En el marco del Día Internacional de la Prevención del Dengue, la coordinadora del programa municipal, Gabriela Rozas Dennis, subrayó que el combate contra el mosquito Aedes aegypti no puede limitarse al verano. “No existen las estaciones para el mosquito”, advirtió en diálogo con este medio. “El adulto desaparece hacia fines de abril o mayo, pero los huevos quedan en recipientes durante el invierno. Es ahí donde tenemos que aprovechar para eliminar criaderos”.
Rozas Dennis recordó que los objetos cotidianos pueden convertirse en focos invisibles de reproducción, neumáticos, botellas, regaderas, tanques sin tapa, floreros o incluso las rejillas del piso. “El mosquito necesita apenas agua para cumplir su ciclo. Por eso no alcanza con vaciar; hay que cepillar los recipientes para desprender los huevos adheridos a las paredes”, explicó.
Respecto de la situación epidemiológica en Bahía Blanca, detalló que en 2023, en pleno brote nacional, se registraron tres casos importados, dos provenientes de Córdoba y uno de Brasil, pero desde entonces no hubo nuevos contagios locales. “Venimos muy bien, pero no podemos relajarnos. Los viajes y el clima cálido vuelven a poner en riesgo a la ciudad”, remarcó.
En paralelo, destacó el trabajo de concientización que desde hace años se desarrolla con instituciones y sociedades de fomento. “Ayer mismo hicimos un taller y la mayoría de los vecinos ya reconoce al mosquito y sabe qué medidas tomar. Eso es fundamental, porque la prevención empieza en cada vivienda”, aseguró.
La funcionaria insistió en que la ordenanza vigente (N° 2236) da marco al programa de control, aunque reconoció que la efectividad depende del compromiso ciudadano, “Podemos tener casas impecables, pero un simple recipiente con agua olvidado puede transformarse en un criadero”.
Rozas Dennis concluyó con un llamado claro “Esto es una lucha permanente. El dengue se combate todos los días y en todos los hogares”.
