La inflación, la devaluación y la retracción económica han golpeado de lleno al mercado asegurador en Argentina. Según explicó Daniel Scatolini, referente de la Asociación de Productores de Seguros, el encarecimiento de las pólizas llevó a que muchos usuarios reduzcan sus coberturas en busca de alternativas más accesibles.
“La verdad es que el contexto económico no ayuda al poseedor de póliza porque los costos se han encarecido base a la inflación y la gran devaluación. Los salarios todavía se están recomponiendo, por lo que la gente busca alternativas más baratas”, señaló.
En ese escenario, quienes contaban con seguros “contra todo riesgo” optaron por bajar a planes más limitados. La opción más elegida es el seguro de terceros completos, que ofrece protección frente a incendios, robos o destrucción total, pero deja afuera otras coberturas más amplias.
“Es un paso lógico, primero se baja a terceros completos, que sigue cubriendo siniestros importantes. Después, algunos incluso terminan en seguros más básicos. Es una forma de ajustar gastos sin quedarse totalmente desprotegido”, explicó Scatolini.
El impacto de la inundación en Bahía Blanca
La catástrofe climática que sufrió Bahía Blanca también expuso los límites del sistema asegurador. Muchos comercios y familias no contaban con cobertura específica frente a inundaciones, salvo excepciones con montos muy bajos.
“En negocios prácticamente no existía cobertura. Y en las casas de familia pasó algo similar, los daños materiales no fueron cubiertos en su mayoría. Solo algunos seguros de autos, con cláusulas de incendio e inundación, respondieron en parte. Fue un golpe muy duro”, detalló.
Aun así, Scatolini destacó que, dentro de los contratos vigentes, las compañías cumplieron con lo que estaba estipulado. “En líneas generales respondieron. El problema es que había situaciones sin cobertura, y eso dejó pérdidas millonarias imposibles de recuperar”, afirmó.
