Vialidad Nacional enfrenta una crisis profunda que afecta tanto su operativa diaria como a su personal, producto de un desfinanciamiento generalizado y la derogación de un decreto que había asignado recursos adicionales a la institución.
“La lucha continúa, eh, más allá del decreto que ha sido totalmente derogado y de vuelta las funciones a Vialidad Nacional. Ahora nos encontramos en un desfinanciamiento y un desguace total que es difícil poder dar soluciones a corto o a largo plazo si no tenemos recursos”, explicó Eduardo Palomo, representante sindical en la dependencia.
Según detalló, la escasez de recursos se refleja principalmente en restricciones de combustible y en presupuestos cada vez más limitados para las tareas cotidianas. “Esto afecta desde el bacheo hasta el corte de pasto o el reemplazo de señales, que ahora no se hacen de manera continua sino muy esporádica”, indicó Palomo.
La situación se agrava por el congelamiento salarial vigente desde hace más de un año. El último aumento se registró en octubre del año pasado, y el próximo 1 de octubre se cumplirá un año sin ajustes, una situación que complica la economía de los trabajadores y también desmotiva a los profesionales que se capacitan constantemente.
El sindicato de base ha intentado reabrir la mesa paritaria, siguiendo un pedido que la federación mayor había realizado en mayo sin recibir respuesta. “Estamos a la espera de que el Ministerio de Trabajo o la Secretaría de Trabajo, a través del administrador de Vialidad Nacional, convoquen a la mesa paritaria”, afirmó Palomo.
Sobre la percepción pública de los reclamos, el representante sindical aclaró que se busca transmitir la problemática sin afectar la circulación de los vecinos. “Nunca hemos dejado sin transitar a la gente. Lo único que pedimos es que transiten con precaución por los lugares donde nos manifestamos y que comprendan la problemática que tenemos como trabajadores, ni más ni menos”, sostuvo.
