Vecinos y transeúntes del centro de la ciudad volvieron a manifestar su malestar por la invasión de palomas en la peatonal y alrededores, un problema que se acentuó en los últimos meses y que, según advierten, afecta la higiene, la seguridad y hasta el uso de los espacios públicos.
“Ayer pasaba y me ensució la cabeza y la solapa del saco. Es cotidiano esto”, contó, en Siete Mundo, indignada una vecina que esperaba el colectivo en pleno centro.
La suciedad en las veredas también es motivo de preocupación. “Da pena porque la peatonal quedó muy linda después de que la arreglaron. Ahora ves todo sucio. Te podés resbalar y caer, es un peligro, más para la gente mayor. O aunque no lo seas, si llevás una zapatilla con suela lisa, patinás seguro”, remarcó la mujer.
Otros vecinos coinciden en que la situación hace imposible disfrutar de la zona. “Un desastre convivir con las palomas. Estás un rato sentado y tenés que estar refugiándote todo el tiempo. Donde camines te ensuciás”, señaló otra entrevistada.
La problemática también se nota en la peatonal, uno de los puntos más transitados de la ciudad. “La semana pasada fui con mi esposo y la verdad que está devastado. No te podés sentar a comer un helado porque la mugre y el olor son insoportables”, afirmó una vecina.
Los testimonios reflejan un reclamo creciente de la comunidad para que se implementen medidas de control. Mientras tanto, la convivencia diaria con las palomas sigue siendo un dolor de cabeza para quienes circulan por el microcentro bahiense.
