El ministro de Justicia de la Nación, Mariano Cúneo Libarona, visitó Bahía Blanca para anunciar la implementación del sistema acusatorio federal, una reforma que —tras diez años de demora— cambia de raíz la forma en que se investigan y resuelven los delitos en el país.
“Estamos dando un paso importantísimo hacia una justicia moderna y eficiente. Murió el nefasto juez de instrucción que existía antes. Murió el expediente escrito. Hoy es todo digital, todo oral, todo inmediato”, señaló el funcionario durante su exposición.
Cúneo Libarona subrayó que La Pampa y Bahía Blanca son protagonistas de este cambio: “Es la provincia número 14 en la que logramos establecer esta nueva ley. Hay que elogiar la actitud, las ganas y el compromiso de jueces, fiscales y defensores del lugar”.
El sistema acusatorio redefine los roles dentro del proceso penal: el fiscal pasa a ser el director de la investigación, mientras que el juez se limita a controlar, autorizar medidas invasivas y garantizar la imparcialidad. “Ahora tenemos un fiscal, como en las películas de Estados Unidos, versus el defensor, y un juez imparcial que analiza las pruebas”, explicó el ministro.
Entre las principales ventajas, el titular de Justicia enumeró la celeridad, la inmediatez, la igualdad entre las partes y la participación de la víctima:
- Los fiscales podrán aplicar el principio de oportunidad, evitando tramitar hechos insignificantes.
- Se podrán realizar juicios abreviados y alcanzar condenas en menos de un mes.
- Habrá espacio para reparaciones y conciliaciones rápidas.
“La gran bondad del sistema es que los juicios van a ser mucho más rápidos, con amplios derechos y garantías para las víctimas. Todos queremos una justicia más eficiente, más cercana a lo que la sociedad clama”, sostuvo.
El ministro también destacó el rol de la tecnología en la nueva dinámica judicial: “La policía ya no puede interrogar al imputado por su cuenta. Todo tiene que registrarse ante el fiscal, grabado y firmado. El fiscal es el agente central que lleva adelante la investigación”.
Finalmente, Cúneo Libarona remarcó que el cambio no solo implica rapidez, sino también transparencia y control ciudadano: “Las audiencias se convocan de un minuto para el otro. El defensor tendrá al imputado al lado y el juez resuelve en forma oral, breve y clara. Se terminó esa justicia lenta y escrita que no daba respuestas”.
