Con 59 años y tras más de tres décadas conviviendo con la esclerosis lateral amiotrófica (ELA), Maru Rodríguez está a punto de alcanzar uno de los mayores logros de su vida: recibirse de abogada en la Universidad Nacional del Sur (UNS).
Su historia es un ejemplo de perseverancia. En 2020 volvió a inscribirse en la carrera de Derecho, no era la primera vez que lo intentaba, pero sí la definitiva. Gracias a un programa especial que la exceptuó de la presencialidad —por las dificultades respiratorias y motrices que le provoca la enfermedad— pudo avanzar con la cursada. “La verdad que con mucho sacrificio, pero por suerte elegí una carrera en mi querida UNS, que tiene todo un sistema de tutorías y apoyo para las personas con capacidades diferentes”, explicó.
Hoy le restan solo tres materias para rendir: Derecho de las Familias y Asociaciones, Derecho Laboral y Seguridad Social. “Sueño se está por cumplir… estoy a dos pasos”, afirmó con emoción.
Lejos de quedarse quieta, este año decidió redoblar la apuesta: completó capacitaciones y comenzó a dictar clases virtuales en el Programa de Educación en Contextos de Encierro, destinado a personas privadas de la libertad en cárceles bonaerenses. Además, forma parte del Observatorio de los Derechos de las Personas con Discapacidad del Concejo Deliberante, donde comparte experiencias y pelea contra las barreras que persisten en la sociedad.
Rodríguez también busca dejar un mensaje a quienes enfrentan obstáculos para cumplir sus sueños. “Siempre digo que en una carrera o en la vida misma hay que ponerse metas y de esa meta no te tiene que desviar nada. Constancia, mucha fuerza de voluntad y, por supuesto, el acompañamiento familiar. En mi caso, tengo tres hijos y una nieta que son mi motor diario”, sostuvo.
Su historia, atravesada por la lucha contra la ELA, se transforma en una muestra de que la voluntad y el compromiso pueden abrir caminos incluso en los contextos más difíciles.
Esta entrada ha sido publicada el 3 de octubre, 2025 19:10
Deja un Comentario