En los Tribunales de Bahía Blanca se vivió una jornada cargada de tensión y emociones durante los alegatos finales del juicio contra Ángela Leguizamo, acusada de haber atropellado y matado a Sandra Romero el 9 de marzo de 2024, en la intersección de avenida Colón y Vicente López.
El fiscal Cristian Aguilar pidió una condena de 15 años de prisión por homicidio simple con dolo eventual, mientras que la querella, en representación de la familia de la víctima, solicitó una pena de 20 años. Por su parte, la defensa de Leguizamo reclamó la absolución o, de manera subsidiaria, una pena de 6 años, aludiendo a presuntas condiciones médicas de la imputada.
La hija de la víctima, Natalia, expresó su indignación al escuchar el alegato de la defensa. “La verdad, indignación. Me dio asco, por decirlo así. No puedo creer que defiendan a alguien cuando está todo sobre la mesa, las pruebas, los videos… no tiene nada a favor”, dijo con visible enojo.
Leguizamo, que manejaba bajo los efectos de cocaína y anfetaminas y a más de 120 km/h en una zona de 30, pidió disculpas a la familia durante la audiencia. Sin embargo, para Natalia, ese gesto fue una puesta en escena: “Nos pidió disculpas, pero obviamente no le creo. Si realmente lo sentís, te das vuelta, mirás a la cara y pedís perdón. Está todo arreglado.”
A su vez, Mirta, amiga de la víctima, calificó como “indignante” la estrategia del abogado defensor: “No pueden justificar lo que hizo diciendo que fue un ataque de epilepsia. Drogarse es una elección. Él lo hizo, se drogó y mató. A mi amiga la asesinó.”
Ambas coincidieron en que esperan una condena ejemplar. “Estoy convencida de que le van a dar una buena condena. Mi mamá va a descansar en paz y se va a hacer justicia”, cerró Natalia, conmovida.
