Este jueves se celebra en todo el país La Noche de las Heladerías, una propuesta que cada año reúne a miles de argentinos frente al mostrador para disfrutar del postre más popular del verano. En Bahía Blanca, la cita también tiene su impronta local, con promociones especiales y una fuerte participación de los comercios artesanales.
“Es una noche muy linda, porque todo el mundo disfruta. Es el puntapié inicial de la temporada y refleja eso: se viene el calorcito y la gente se suma a esta movida”, contó Andrés, propietario de una heladería artesanal de la ciudad, mientras seguía el proceso de elaboración de un helado de limón.
El heladero destacó la fuerte cultura local en torno al consumo de helado. “El bahiense es muy consumidor de helado. El argentino en general lo es, pero en Bahía hay una cultura heladera muy fuerte. Las heladerías locales están entre las mejores del país”, afirmó. Según explicó, la demanda ya no depende de la estación: “Con las aplicaciones de delivery y el hábito de tener siempre un heladito en el freezer, se achicó mucho la brecha entre invierno y verano”.
Consultado sobre los sabores preferidos, Andrés reveló que “hoy hay un boom del pistacho”, aunque aclaró que “el dulce de leche, el chocolate con almendras y el sambayón siguen firmes”. Sin embargo, notó un cambio en los consumidores: “Antes la gente elegía siempre los clásicos, ahora se anima más. Muchos dicen: ‘Me llevo dos clásicos y uno nuevo’. Las redes sociales también influyen mucho en marcar tendencia”.
Entre las recomendaciones, mencionó un gusto que sorprende: “El chocolate blanco con pistacho está muy bueno, tiene mucho sembrado, es un helado potente. También me gusta recomendar los que tienen un poquito de alcohol, como el sambayón o el higos al coñac: realzan el sabor y son aptos para todos”.
Mientras mostraba cómo se prepara el helado artesanal —balde por balde, con jugo natural y sin conservantes—, Andrés destacó la diferencia con los productos industriales: “El artesanal se hace a mano, con materias primas frescas. Es otro proceso, más cuidado”.
Sobre los precios, indicó que “se mantienen relativamente estables” y que el objetivo es “seguir ofreciendo un helado de calidad a un precio competitivo, resignando un poco de rentabilidad para que el producto siga llegando a más personas”.
Apasionado por su oficio, el heladero lleva 15 años en el rubro. “Siempre me gustó cocinar, soy cocinero de formación, y en un proyecto familiar dijimos ‘pongamos una heladería’. Me encantó. Tiene técnica, creatividad y cálculo. Además, el consumidor de helado siempre está contento, y eso es muy gratificante”, relató.
Y aunque se dedica al helado todos los días, asegura que no se cansa: “No te cansás nunca. En una juntada o un asado, siempre llevo helado. A veces reemplazo la cena por un cuarto, es un buen plan”, bromeó.
Durante la jornada, las heladerías locales ofrecen promociones especiales desde las 19, entre ellas el “dos por uno” en cuartos de kilo y paletas. “Es una fecha bárbara para compartir entre heladeros y con la gente”, cerró Andrés, mientras en su fábrica el aroma a limón y azúcar artesanal marcaba el ritmo de una noche que promete ser dulce para todos.
