El médico e investigador Diego Rayes, docente de la Universidad Nacional del Sur y científico del CONICET, fue elegido presidente de la Sociedad Argentina de Investigación en Neurociencias, la entidad que nuclea a entre 800 y 850 investigadores e investigadoras del país. Dirigirá la organización durante los próximos dos años y se convierte así en el tercer bahiense en ocupar este cargo en los 40 años de historia de la institución.
Rayes recordó que antes que él presidieron la sociedad el doctor Barrantes, en los años ’80, y la doctora Cecilia Bouzat, en 2008. También destacó que su elección demuestra “el trabajo que se hace en la universidad y en el CONICET de Bahía Blanca, especialmente en el área de neurociencias, que es muy valorado en el resto del país”.
Consultado sobre la responsabilidad del puesto, Rayes fue claro: “Obviamente es un orgullo que tus pares te elijan, pero también es una gran responsabilidad”. Explicó que la expansión de las neurociencias en los últimos 20 o 25 años obligó a fortalecer la presencia de la sociedad no solo en congresos, sino también en actividades de difusión, educación y divulgación científica: “Organizamos cursos, actividades de educación y de difusión durante todo el año”.
El nuevo presidente planteó que uno de los desafíos centrales será combatir la desinformación científica, un fenómeno acentuado por el crecimiento de las redes sociales. “A veces se disemina información que puede ser falsa o no está del todo comprobada, y es importante que la sociedad de neurociencias se establezca como referencia para separar un poco la paja del trigo”, señaló. Añadió que no se trata de descartar ideas nuevas, sino de exigir la rigurosidad del método científico: “Muchas veces no decimos que una idea sea falsa, sino que todavía no está comprobada”.
Para ilustrar el problema, Rayes recordó ejemplos ajenos a su disciplina pero de impacto global: “Uno de los casos más claros es el discurso antivacunas, que llevó a que reaparezcan enfermedades que creíamos erradicadas gracias a la vacunación”. Según explicó, lo mismo ocurre en el campo biomédico y en áreas específicas de las neurociencias, donde circulan discursos que no pasan el filtro científico.
El investigador destacó que su gestión coincidirá con una coyuntura “nacional y mundial complicada en cuanto a la ciencia”, lo que convierte su mandato en un desafío adicional. Sin embargo, sostuvo que el objetivo es fortalecer la presencia de la sociedad como referencia federal, promover la investigación y reforzar el vínculo con la comunidad.
“Para nosotros es fundamental que la sociedad esté informada y que las neurociencias sean una herramienta de valor real en la vida cotidiana”, cerró.