La Unión Industrial de Bahía Blanca expresó su rechazo al proyecto del Ejecutivo municipal que propone elevar de 8,1% a 20% la alícuota de la Tasa de Seguridad e Higiene para las grandes empresas, con el fin de financiar las obras de construcción de los desagües pluviales, estimadas en $27.000 millones. La iniciativa será debatida en la última sesión ordinaria del año del Concejo Deliberante, prevista para el próximo jueves, y forma parte de la ordenanza fiscal e impositiva que impulsa el intendente Federico Susbielles.
En diálogo con Siete Mundo, Ricardo Rabbione, gerente de la Unión Industrial, explicó los motivos de la preocupación del sector. “Es un aumento sustantivo del 140% sobre un nivel contributivo que ya es elevado”, señaló. Agregó que para las compañías del polo industrial representa “aproximadamente 18 millones de dólares” y que ese salto impositivo “puede poner en aprietos el funcionamiento de las empresas”.
Rabbione aseguró que en la entidad no hubo una comunicación formal previa al anuncio del intendente. “Yo personalmente no tenía ninguna información, me enteré por los medios”, afirmó. De todos modos, evitó detenerse en esa cuestión: “No me detendría en las formas; me detendría en los conceptos. Nuestra responsabilidad es defender los intereses de las empresas y cuidar su sustentabilidad”.
El comunicado difundido por la Unión Industrial llama al diálogo entre todas las partes. Rabbione remarcó que el sector está dispuesto a discutir alternativas: “Tenemos que encontrar denominadores comunes, diagonales que sirvan para una negociación. No podemos seguir tirando de la soga de empresas con una presión contributiva muy alta, pero también entendemos la situación del municipio y de los vecinos, porque somos parte de la ciudad”.
El dirigente recordó que las recientes lluvias volvieron a afectar barrios vulnerables y que las obras pluviales son necesarias, pero cuestionó que la carga recaiga casi exclusivamente sobre el sector productivo. “De eso se trata el problema: quién pone la plata. Si el financiamiento hubiera aparecido, no estaríamos hablando de esto”, dijo. Además mencionó que la ciudad sigue sin acceder al crédito internacional anunciado tiempo atrás: “Se habló de un préstamo de 200 millones de dólares y desconocemos en qué estado está”.
Rabbione anticipó que en los próximos días habrá reuniones entre representantes industriales y el municipio para intentar acercar posiciones antes del tratamiento legislativo. “Este es un problema que abarca a toda la ciudad y nadie se puede hacer el desentendido”, afirmó. También advirtió que el debate debería convocar a todas las fuerzas vivas: “Las empresas del polo tienen mayor poder de contribución, pero todos debemos involucrarnos”.
El oficialismo busca que la iniciativa se trate antes del recambio del 10 de diciembre, cuando ingresará un bloque más numeroso de concejales libertarios que ya adelantaron su rechazo al incremento. El resultado, admiten las fuentes políticas, depende del “poroteo” de las próximas horas.
