“No quiso tirarse”: La mamá de Oriana Bruno habló sobre el accidente ferroviario que provocó que le amputaran las piernas

Mariela Pessolani, madre de Oriana Bruno, la joven de 20 años que perdió ambas piernas tras ser arrollada por un tren, narró cómo fueron las horas previas al accidente y denunció que aún no recibió información oficial sobre la investigación. “A mí no me vino a ver nadie. A mí no me vino a ver nadie de Ferrosur. Nadie me llamó”, afirmó en diálogo con este medio.

Pessolani explicó que todavía desconoce con precisión qué ocurrió, ya que su hija permanece internada y no pudo hablar con ella. “No sé cómo está la causa, no tengo idea”, señaló, y confirmó que le indicaron que la investigación tramita en la UFI N°1, en Estomba, donde deberá presentarse para acceder a los avances del expediente. Según le informaron, existen “varios testigos que vieron cómo pasó”.

La madre reconstruyó el recorrido habitual de Oriana, quien vive en calle Soler y es ceramista. “Había salido de mi casa hacía 20 minutos. Fue a buscar cajones para quemar sus piezas. Ella hace ese camino siempre”, detalló. Incluso, los cajones que llevaba quedaron en el lugar del accidente, lo que refuerza la hipótesis de que volvía hacia su vivienda.

Sobre la mecánica del hecho, Pessolani dijo que una persona que vio imágenes de cámaras de seguridad en la comisaría le comentó que “ella había pasado y que el tren la succionó por la velocidad que llevaba”. En ese cruce ferroviario, la costumbre de los vecinos es mirar hacia un solo lado: “Uno mira para allá, por el tren. Nunca vas a mirar para el otro lado. El tren venía del otro lado”, explicó.

Según el relato del maquinista, la formación habría emitido bocina y gritos de alerta: “Dice que le tocó bocina, que sacó el cuerpo afuera, que le gritó y que ella no escuchó nada”, reconstruyó Pessolani. Sobre ese punto, fue contundente al descartar versiones erróneas: “Auriculares no llevaba, problemas en el oído no tiene y tampoco quiso tirarse, como dicen. Eso no es así”.

Al recordar el día del hecho, la madre remarcó que Oriana estaba de buen ánimo: “Estaba muy contenta porque ese día iban a quemar las piezas”. Sin embargo, la falta de información oficial y la ausencia de contacto por parte de la empresa ferroviaria profundizan su angustia: “No te sé decir qué pasó, la verdad”, lamentó.

La familia espera ahora acceder a las imágenes oficiales y a las actuaciones judiciales para conocer con claridad las circunstancias del accidente, mientras continúan acompañando la recuperación de la joven.