En el marco de la investigación por la tragedia ocurrida en Bahiense del Norte, Leandro Ginóbili declaró durante casi cuatro horas ante la fiscalía. A la salida, su abogado, el Dr. Sebastián Cuevas, explicó los ejes de la declaración y defendió la actuación del presidente del club, remarcando que el siniestro “fue un hecho imprevisible” y que aun sin la habilitación concluida “no había forma de evitarlo”.
Cuevas destacó que su defendido respondió todas las preguntas sin reservas. “Pudo ejercer su más amplio derecho de defensa. La fiscalía preguntó en principio, después pudimos hacer todas las preguntas que queríamos nosotros y se ejerció la defensa material”, afirmó. Según señaló, la estrategia central se apoya en “la imposibilidad de previsión de un evento climático de la magnitud que ocurrió y también en la imposibilidad de evitarlo aun sin el trámite de habilitación culminado”.
El abogado insistió en que las ordenanzas municipales no son claras y que el club no recibió advertencias oficiales previas. “No hubo ningún tipo de intimación para que el club cese las actividades”, sostuvo. Además, aclaró que Bahiense del Norte funciona desde los años 70 y 80, previo a las normativas cuestionadas, y diferenció la situación de los clubes sociales respecto de los establecimientos con fines comerciales. “Hay alguna confusión entre habilitaciones de carácter comercial… y los clubes que tienen fines sociales y deportivos”, planteó.
Respecto de la imputación por falta de habilitación, Cuevas reconoció el punto, pero argumentó que el trámite estaba avanzado y que no existían objeciones sobre la estructura del edificio. “El club no estaba habilitado, estaba en trámite. Pero no hubo observaciones sobre la cuestión edilicia ni por parte del profesional contratado ni de la municipalidad. Ese trámite iba a seguir sus carriles normales”, aseguró. Para la defensa, la falta de habilitación no implica que el derrumbe pudiera evitarse: “La habilitación per se no implica inexorablemente que se iba a evitar el resultado”.
Cuevas también cuestionó un punto que considera contradictorio en la investigación: la imputación simultánea de Ginóbili y de un funcionario municipal. “Si están imputándole a un funcionario que no intimó al cese de actividades y por eso se sucedieron los eventos, mal podría mi defendido estar imputado por hacer las actividades. Es contradictorio”, expresó.
El abogado respondió además sobre la posibilidad de haber suspendido las actividades el día del temporal. “Las alertas no fueron de la magnitud que terminó aconteciendo, con vientos huracanados. Nadie lo previó. Realmente fue un hecho imprevisible”, afirmó, y agregó que no existe ninguna norma que obligue a suspender actividades ante determinadas alertas meteorológicas.
Sobre el futuro de la causa, Cuevas evitó dar certezas, pero señaló que “pueden pasar un montón de cosas”. Entre las posibilidades mencionó un eventual archivo por parte de la fiscalía o un sobreseimiento, aunque aclaró que los particulares damnificados podrían continuar la acción penal.
Ginóbili se retiró del lugar sin hablar con la prensa, delegando todas las explicaciones en su abogado.
