A casi tres semanas del accidente de tránsito que le costó la vida a Sebastián Schwab, familiares, amigos y vecinos pintaron una estrella amarilla en avenida Arias al 2500, el lugar donde ocurrió el siniestro fatal. El homenaje buscó mantener viva la memoria del joven ciclista y reforzar el pedido de justicia y concientización vial.
La iniciativa contó con el acompañamiento de la comunidad del sector. “Esto de pintarla significa un montón, también para el barrio, que pueda ayudar”, expresó Gisela Schwab, hermana de Sebastián. Según indicó, tras el hecho se concretaron algunas mejoras en la zona, como el cambio de ubicación de una cámara y la instalación de semáforos que habían sido solicitados con anterioridad.
Gisela destacó el acompañamiento recibido desde distintos ámbitos. “Estamos súper agradecidos por el apoyo de los medios, de la Secretaria del intendente y del fiscal Aguilar. La causa ya está en marcha, está todo en orden, pero lamentablemente hay que esperar porque la justicia es así”, señaló. En ese sentido, remarcó que el proceso judicial sigue su curso y que la familia aguarda los tiempos legales.
La hermana del motociclista subrayó que el reclamo no apunta a desconocer que se trató de un accidente, pero sí a remarcar la responsabilidad vial. “Sabemos que no salió a matar, pero la imprudencia de la velocidad fue clave. Si no hubiera venido tan rápido, hoy Sebastián estaría acá”, afirmó, y agregó que ese punto es el que genera mayor dolor e impotencia en la familia.
El homenaje también reflejó una fuerte respuesta social. “Se notó una unión barrial muy grande, tanto de manera presencial como en redes sociales. Que la muerte de él haya servido para esto es un montonazo”, sostuvo Gisela. La familia insistió en que el objetivo es que el caso no quede impune y que no se convierta en una estadística más en la lista de víctimas viales.
Al recordar a su hermano, Gisela lo describió desde lo cotidiano. “A Seba lo voy a recordar siempre así, tranquilo, paciente, buena persona. Nadie se merece morir de esta manera, y menos él. El que pudo conocerlo sabía cómo era”, concluyó.
