Con la llegada de la temporada de verano y el aumento de viajes al exterior, crecen las consultas de familias que buscan trasladarse con sus mascotas. En ese contexto, el médico veterinario Matías Jiménez brindó, en Siete Mundo, precisiones sobre los cuidados, trámites y requisitos necesarios para viajar con animales fuera del país, tanto por vía terrestre como aérea, y remarcó la necesidad de una planificación anticipada.
“Lo más importante siempre es ser precavido y comenzar con toda la planificación, ya sea por tierra o por aire, entre 60, 100 o hasta 120 días previo al viaje”, explicó Jiménez, al señalar que uno de los problemas más frecuentes es la falta de tiempo. “Nos pasa muy seguido que la gente dice ‘me voy la semana que viene y quiero llevarme la mascota’, y muchas veces eso es imposible porque los planes sanitarios no están al día”, sostuvo.
El profesional indicó que cada país tiene sus propias reglamentaciones sanitarias y que estas pueden modificarse en poco tiempo. “Muchos argentinos vacacionan en países limítrofes, pero no dejan de ser otros países y tienen reglamentaciones internacionales. Por eso siempre recomendamos acercarse a Senasa y averiguar bien qué está pidiendo el país en ese momento”, afirmó. En su veterinaria, según detalló, reciben una alta demanda vinculada a estos trámites y cuentan con una amplia casuística en la ciudad.
Entre los requisitos básicos, Jiménez enumeró el certificado de buena salud para viajes al exterior, que debe ser emitido por un veterinario matriculado. “Ese certificado exige que el animal tenga un plan sanitario al día: desparasitación certificada, vacunación antirrábica y las vacunas correspondientes según si es perro o gato”, explicó. Además, señaló que algunos países exigen certificados adicionales, como libre de leishmaniasis o miasis, cuarentenas previas o estudios complementarios.
Otro punto clave es el chipeo del animal. “Muchos países requieren la implantación de un chip, que funciona como un registro del animal. En lugares como Europa o Estados Unidos todos los animales están registrados y tienen algo así como un pasaporte”, detalló, y remarcó que este sistema permite identificar animales extraviados y sancionar casos de abandono.
En relación al transporte, Jiménez aclaró que las condiciones varían según el tamaño del animal y la aerolínea. “Siempre hay que asesorarse antes con la aerolínea, no sacar el pasaje y después averiguar, porque hay compañías que no permiten viajar con animales”, advirtió. En vuelos, los animales de hasta siete kilos generalmente pueden viajar en cabina, en transportadoras homologadas, mientras que los de mayor tamaño deben hacerlo en bodega, en espacios especialmente acondicionados.
Respecto al bienestar del animal durante el viaje, el veterinario fue categórico sobre la sedación. “No se recomienda sedar a ningún animal para volar, salvo excepciones indicadas por un veterinario, porque aumenta mucho el riesgo de problemas respiratorios y cardiovasculares, sobre todo en altura”, señaló. También aconsejó una buena hidratación previa, ayuno antes del vuelo y una alimentación liviana y fácilmente digerible.
Finalmente, Jiménez destacó la importancia de realizar controles previos. “Además del plan sanitario base, aconsejamos hacer un chequeo cardíaco y sanguíneo para asegurarnos de que el animal goza de buena salud. Eso le da tranquilidad a la persona que viaja”, indicó. Y concluyó: “Planificar con tiempo, asesorarse bien y tener copias de toda la documentación es clave para evitar inconvenientes y viajar tranquilos con nuestras mascotas”.
