Un incendio de pastizales registrado en el predio del Ejército, lindero a una zona residencial, generó una situación límite para los vecinos, que debieron enfrentar el fuego por sus propios medios ante el avance veloz de las llamas y el temor de que alcanzaran las casas. El hecho ocurrió con viento sur intenso, una condición que, según relataron los habitantes del lugar, fue determinante para que el fuego se propagara con rapidez hacia el sector urbano.
Agustín, uno de los vecinos directamente afectados, relató que en un primer momento pensaron que el incendio no tendría mayores consecuencias. “Al principio, cuando empezamos a ver humo y vimos que el fuego estaba mucho más adentro, pensamos que no iba a llegar a mayores, pero lamentablemente había viento sur y eso complicó mucho las cosas”, explicó. Según detalló, el avance fue tan rápido que quedó registrado por las cámaras de seguridad de su vivienda: “Tardó más o menos un minuto en avanzar unos 200 metros. Yo nunca vi una cosa así”.
El vecino describió además las condiciones extremas que se vivieron durante el incendio. “No era solo el fuego, que era fortísimo y alto, sino el viento: era como un lanzallamas. El calor me chicharró las plantas”, señaló, y confesó el miedo que atravesó al ver que las llamas se acercaban a las viviendas. “Sinceramente, pensé que iba a saltar la calle y que iba a prender fuego las casas”, dijo, y agregó: “En un momento me quedé quieto y dije: ‘va a pasar’”.
Ante esa situación, Agustín contó que decidió poner a resguardo a su familia y a sus animales. “Le dije a mi pareja que agarrara los animales, los subiera al auto y se fuera, y yo me quedé viendo qué podía hacer”, recordó. A partir de allí, comenzó una reacción colectiva entre los vecinos. “Entre todos agarramos mangueras, baldes y salimos a la calle. Nos íbamos pasando de casa en casa conectando manguera tras manguera, y la gente venía con baldes y frasadas para golpear el pasto y apagarlo”, relató. Según aseguró, “el fuego lo apagamos literalmente nosotros”, incluso internándose dentro del campo para sofocar las llamas en distintos sectores.
El reclamo central apunta a la ausencia de una respuesta inmediata por parte de los organismos responsables. “Acá no se acercó un solo bombero, nadie de la municipalidad y nadie del Ejército”, afirmó Agustín, quien dijo que recién cerca de las 20.30 vio pasar a una persona vinculada al Ejército filmando la zona, y que alrededor de las 21 circuló un camión regador cuando el incendio ya estaba extinguido. “Quizás estaban trabajando en otro sector, pero a nosotros nos dejaron completamente desamparados”, sostuvo.
Visiblemente molesto, el vecino expresó su indignación por lo ocurrido y por lo que podría haber pasado. “Estoy enojadísimo. Podría haber perdido la casa”, afirmó, y señaló que una semana antes había contratado un seguro contra incendios al ver los pastos altos en el predio. Además, cuestionó la falta de medidas preventivas: “Nadie se acercó a dar una explicación, nadie dice si van a hacer algún cortafuego. Se podrían hacer cortafuegos cada 50 o 100 metros para evitar que el fuego siga pasando de hectárea en hectárea”.
Finalmente, Agustín advirtió sobre la gravedad del episodio y el riesgo que implicó. “Esto fue una locura. Vi llamas de 3 o 4 metros de alto que con el viento se hacían un lanzallamas real. Podría haber sido un desastre, con daños materiales y personas”, concluyó, y remarcó que la experiencia le dejó una reflexión contundente: “Si te quedás acorralado en un incendio así, no hay forma de frenarlo”.
