El dióxido de cloro, o también llamado MMS por sus siglas en inglés (Suplemento Mineral Milagrosa), se volvió protagonista entre el debate por “la cura” del coronavirus.
En medio de la lucha por la pandemia y la búsqueda de una cura milagrosa, muchos se encuentran promocionando el uso de esta polémica formulación química.
Este compuesto es un derivado del clorito de sodio que desde la década de los 90 es promocionado con fines comerciales y según afirman, cura las más diversas enfermedades.
Sin embargo, varias agencias estatales de protección de la salud y especialistas aseguran que es perjudicial y prohíben su uso y su venta al público.
En Argentina, el proyecto de ley es promovido por el Senador salteño Guillermo Durand Cornejo, que sucede al impulsor alemán Andreas Kalcker.
En Bahía Blanca, son muchos los que consumen este mineral, e incluso hay profesionales de la salud que lo recomiendan y/o recetan, sin embargo, al no estar aprobado por autoridades sanitarias, temen afirmarlo públicamenta ya que peligra su carrera profesional.
