Marisa Echegoyen, karateca bahiense, se prepara para cumplir uno de los mayores sueños de su vida: competir en su primer mundial de karate. “Es un sueño hecho realidad para cualquier deportista llegar a un mundial, es lo máximo a lo que se puede aspirar”, afirmó. Después de casi tres décadas de práctica constante, este logro llega en un momento clave para su carrera.
Echegoyen comenzó a entrenar karate en 1996 y ha dedicado gran parte de su vida a este deporte. Si bien ya había clasificado para un mundial en el pasado, las dificultades de combinar su pasión con la vida no profesional le impidieron participar en aquella ocasión. “A veces la vida te lleva por otro lado, no es fácil cuando no sos profesional cumplir con el entrenamiento o los viajes”, explicó. A pesar de los obstáculos, su amor por el karate la ha mantenido enfocada.
Con una trayectoria extensa y una madurez que le permite disfrutar el deporte de otra forma, Marisa reconoció que este podría ser el cierre de su carrera deportiva. “Pienso que es el cierre, pero todo dependerá de cómo vuelva físicamente”, dijo, abriendo la puerta a la posibilidad de seguir compitiendo en el futuro. Este año, viajará a Japón, considerada la cuna del karate, para participar en la categoría de 56-60 años. “Vamos a estar con la élite que siempre vemos por televisión, es algo increíble”, comentó.
Los preparativos han sido intensos desde marzo, combinando el entrenamiento físico y técnico con la nutrición adecuada. Sin embargo, a medida que se acerca la competencia, Echegoyen adopta un enfoque más tranquilo. “Ahora trabajamos más en movilidad y en mantener lo que ya tenemos”, señaló, aunque admitió que le genera más ansiedad la idea de que su hijo la acompañe en las tribunas que la propia competencia.
Marisa no se olvida de quienes han sido clave en su camino. “Siempre pienso en Alejandra Torreta, mi maestra. Le debo todo lo que sé de karate”, expresó con admiración. Aunque la experiencia en este mundial podría marcar el final de su carrera, Echegoyen no cierra completamente la puerta a futuras competencias: “Si a la vuelta estoy bien, el año que viene habrá más competencias internacionales”.