Durante junio el Índice de Salarios (ISAL) registró un crecimiento del 1,2% en relación al mes anterior. En dicho mes, los precios de la economía medidos por el IPC – CREEBBA se elevaron un 2,3%. De esta manera, el tercer bimestre del año concluyó con una variación acumulada de 13,2% para los salarios bahienses en tanto que la inflación en igual período ascendió a 14,7%.
Al analizar la evolución de su poder adquisitivo (salario real), se puede advertir una clara tendencia al estancamiento con sesgo negativo en los primeros 6 meses del año. En efecto, la variación acumulada del salario real formal fue de -1,3% en el período antes mencionado. La mayor contracción tuvo lugar en junio cuando se verificó una caída del 1% una vez descontada la inflación del mes, un tanto superior al promedio de los primeros meses del año. De esta forma el indicador se situó en uno de los valores más bajos de 2025, solo por encima de marzo. Por otra parte, y al margen de este escenario, la variación interanual continua en terreno positivo por séptimo mes consecutivo (4,3% en relación a junio 2024).