En la primera cuadra de calle Don Bosco, una panadería sufrió dos robos en apenas 15 días. Su dueña, Susana Fuentes, asegura que evalúa cerrar el negocio después de los hechos violentos.
El primero ocurrió a mediados de agosto. Los ladrones entraron por los techos y se llevaron una balanza, un parlante y mercadería. “Me empecé a quedar a dormir acá porque ya habían querido entrar varias veces por los techos”, relató Fuentes.
El segundo episodio fue la semana pasada. Esta vez, los delincuentes forzaron un portón. “Escuché que forcejeaban. Cuando me levanté, estaba abierto de par en par. Llamé a la policía, pero no me atendían. Estuve entre ocho y nueve minutos con el ladrón adentro de la panadería. No te puedo explicar el miedo que se siente”, contó la comerciante.
Según relató, el delincuente alcanzó a llevarse varias cosas, aunque dejó parte de lo robado al ser sorprendido. Horas después, Susana reconoció al sospechoso en la calle y lo siguió junto a su hija hasta que intervino un patrullero. “Lo pararon y lo llevaron detenido, pero como no usó un arma, seguramente ya está libre”, expresó con indignación.
La mujer aseguró que no sabe cuánto tiempo más podrá sostener la panadería. “Yo ya no tengo más ganas de trabajar. Es demasiado. No se puede vivir así”, lamentó.
Los hechos quedaron registrados en las cámaras de seguridad instaladas en el local. Mientras tanto, Fuentes sigue durmiendo en la panadería para proteger su fuente de ingresos y la de su familia.
Esta entrada ha sido publicada el 2 de septiembre, 2025 09:35
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