En las últimas horas, el Frigorífico Anselmo S.A. presentó un pedido de quiebra ante el Juzgado Civil y Comercial del municipio bonaerense de Tres Arroyos, lo que implica el cierre de la histórica planta y el despido de alrededor de 100 empleados, medida que deja un importante impacto social y económico para la ciudad.
Es preciso mencionar que, la presentación formal se ampara en las disposiciones de la Ley de Quiebras, y el juez interviniente deberá designar un síndico quien asumirá el control de los bienes de la empresa, su administración, la protección de activos, la verificación de deudas y cuentas a cobrar así como la atención de reclamos civiles y laborales derivados del proceso.
Aunque la quiebra de Anselmo tiene un carácter definitivo, el procedimiento judicial de la mencionada Ley prevé etapas para que terceros interesados puedan presentar propuestas de reactivación o hacerse cargo de la empresa, siempre que cumplan los requisitos que defina el síndico y el juzgado.
En tanto, los directivos de Anselmo reconocieron que la imposibilidad de afrontar sus compromisos financieros, combinada con una caída sostenida en la producción y la falta de recursos operativos, llevó a la decisión de interrumpir las actividades y buscar la quiebra como único camino viable ante la gravedad de la situación.
Para comunicar formalmente esta determinación, se convocó a una asamblea general del personal trabajador este miércoles a las 9 de la mañana, en la que el gremio informó la situación a los empleados de Anselmo y estableció los pasos a seguir frente al proceso judicial en curso.
En esa convocatoria también participaron trabajadores que recientemente habían aceptado retiros voluntarios, muchos de los cuales solo cobraron la primera cuota del acuerdo, mientras que en el plantel afectado se encuentran 76 operarios. Por otro lado, unos veinte trabajadores habían cerrado convenios de retiro voluntario previo a la quiebra, por lo que su se suman ambas cifras, el total de personas directamente afectadas asciende a cerca de 100 empleados.
Es preciso mencionar que, la medida que tomó el frigorífico Anselmo de Tres Arroyos no solo desfinancia una fuente de trabajo local, sino que arrastra consecuencias para toda la cadena productiva colindante: proveedores, contratistas locales, comercios de apoyo y el poder adquisitivo en la comunidad tresarroyense. Es que, la pérdida de un frigorífico con trayectoria genera incertidumbre generalizada en el distrito.
Finalmente, el cierre de Anselmo se enmarca en un contexto más amplio de crisis industrial en la provincia de Buenos Aires, donde numerosas empresas y fábricas históricas enfrentan dificultades operativas, despidos masivos y cierre de plantas, lo que despierta preocupación entre los legisladores, los gremios y las autoridades municipales correspondientes.