En coincidencia al homenaje a Sandra Ramirez, al pintar esta mañana una estrella amarilla que la recuerda, se confirmo que el venidero dia miercoles y jueves, en el Tribunal criminal 3, se realizara el juicio contra la asesina de la mujer
La imputada es Ángela Leguizamo a quien acusaron de homicidio simple con dolo eventual y, subsidiariamente, la figura de homicidio culposo agravado por la conducción de un vehículo automotor, exceso de velocidad, bajo efectos de drogas
Los jueces del debate saeran los doctores Eduardo d’Empaire, Daniela Fabiana Castaño y Julián Saldías.
Parte de la acusacion indica que la imputada, el 9 de marzo del año pasado, conducía una camioneta Nissan Frontier por Avenida Colón en sentido descendente de la numeración catastral, violando los deberes de cuidado exigidos a la hora de conducir un vehículo por la vía pública, y bajo los efectos del consumo de cocaína y anfetaminas. Manejaba con exceso de velocidad a un promedio de 126 kilómetros por hora en una zona de 30 kilómetros por hora de velocidad máxima y sin respetar la señal del semáforo existente en la intersección con la Peatonal de Drago
Eso produjo que embistiera por detrás a la motocicleta Gilera Smash que conducía Sandra Amalia Romero, quien se encontraba delante suyo en la intersección de las calles Avenida Colón y Peatonal Drago, ocasionando su muerte a causa de las lesiones sufridas.
Para la fiscalia del Dr Cristian Aguilar, que llevara adelante la acusacion, Leguizamo condujo el rodado mayor “violando los deberes de cuidado exigidos a la hora de conducir un vehículo por la vía pública, y bajo los efectos del consumo de cocaína y anfetaminas”.
La pena en expectativa prevé una pena de entre 8 y 25 años de prisión y fue admitida por la Justicia de Garantías al momento de dictar la prisión preventiva
clinicamente, la motociclista resultó con “destrucción de centros nerviosos superiores”.
“La conducta descripta fue ejecutada a sabiendas de la posibilidad de ocasionar la muerte o lesiones a eventuales terceros que se hallaren en la vía pública, y con indiferencia acerca del posible resultado fatal o lesivo de su accionar”
“Ese desinterés y aceptación del resultado dañoso constituye la existencia de un plan concreto: llegar como sea -pese a las condiciones de intoxicación que presentaba- a su destino, desafiando a todo aquel que se interpusiera en su camino”