A casi dos años del trágico hecho que le costó la vida a Sandra Amalia Romero, sus hijas Carina y Natalia Pérez participaron este miércoles del pintado de una estrella amarilla en el cruce de Avenida Colón y Drago, donde ocurrió el siniestro vial. En ese mismo punto, su madre fue embestida por una camioneta conducida a altísima velocidad por Ángela Leguizamón, quien será juzgada en los próximos días.
“Es doloroso tener que venir a pintarle una estrella a mi mamá justo en la previa del juicio. Hubiéramos querido no tener que llegar a esto”, expresó conmovida Carina. La mujer recordó que el hecho marcó un quiebre total en su vida y la de su familia: “Uno nunca se imagina que le puede tocar algo así. Nos destrozó la vida. No tenemos vida a partir de eso”.
El juicio oral comenzará el miércoles próximo en el Tribunal en lo Criminal N.º 3, con la intervención del fiscal Cristian Aguilar. Según la acusación, Leguizamón conducía una camioneta Nissan Frontier a 126 kilómetros por hora en una zona donde la velocidad máxima era de 30 km/h, bajo los efectos de cocaína y anfetaminas, y no respetó el semáforo en rojo. La víctima, que esperaba para doblar en su motocicleta Gilera Smash, murió de inmediato tras ser embestida por detrás.
“Queremos que le den los 25 años. No ocho ni doce. Veinticinco. Porque no le importó nada, mató a una persona que estaba en un semáforo como un perro”, dijo Natalia con indignación. “Nunca pidió disculpas, nunca se arrepintió. Solo pidió beneficios para él, porque se considera algo que no es. A mí no me sirve, a mi mamá no me la van a devolver”, agregó.
Las hijas de la víctima recordaron a Sandra como una mujer muy querida, solidaria y de gran apego familiar. “Era una mamá muy presente. Nosotros somos grandes, pero seguía siendo nuestro sostén. Mis hijos la esperaban para cenar ese día. Nunca llegó.”
El debate oral se desarrollará entre el 15 y el 16 de octubre, y la familia espera que la Justicia imponga la pena máxima prevista para el delito de homicidio con dolo eventual. “Solo queremos justicia. Nada más.”, concluyeron.
