
La Confederación General del Trabajo (CGT) volvió a ocupar un lugar central en la escena política y sindical con una contundente movilización en Plaza de Mayo que funcionó como el bautismo callejero de fuego del nuevo triunvirato integrado por Jorge Sola, Cristian Jerónimo y Octavio Argüello. Con el respaldo de todo el Consejo Directivo y de un amplio arco sindical y político, la central obrera se plantó como uno de los principales polos de oposición al Gobierno frente al debate por la reforma laboral.
El cierre del acto estuvo a cargo del secretario general de la CGT, Jorge Sola, quien reafirmó la profundización del plan de lucha y llamó a reconstruir una alternativa política desde el movimiento obrero. “Están buscando cercenar los derechos de los trabajadores. El empleo lo genera la actividad productiva, y este gobierno tiene una deuda con los argentinos: generar más y mejor empleo”, sostuvo. En ese marco, cuestionó el proyecto enviado al Congreso y denunció un intento de desfinanciar políticas públicas clave: “Atacan con el Presupuesto a la ley de discapacidad, al Garrahan y a la educación”.
Sobre el final, Sola dejó una advertencia política y sindical: “Este es el primer paso de un plan de lucha. Si el Gobierno sigue sin escucharnos, vamos a profundizar las medidas y terminaremos con un paro nacional en todo el país», aunque agregó: «No nos olvidamos que tenemos que construir social y políticamente para enfrentar a este gobierno. Tenemos que volver a emocionar con la bandera de la justicia social”. Y concluyó: “La justicia social nos hizo el país que somos. Vamos hacia una Argentina humana”.
En la misma línea, Cristian Jerónimo remarcó que la CGT tiene en claro los intereses que representa y que no está dispuesta a retroceder. “No tenemos que ceder ni un paso. Vamos a defender a toda costa los derechos de los trabajadores”, afirmó. Además, rechazó de plano la reforma laboral al considerar que “no genera nada a favor del mundo del trabajo” y que está “redactada de forma maliciosa a favor de las grandes corporaciones”. “Queremos oportunidades para los jóvenes y las mujeres y una Argentina próspera que vuelva a generar trabajo para los 47 millones de argentinos”, agregó.
Por su parte, el co-secretario general Octavio Argüello fue el más contundente en el tono de advertencia. “Si no nos escuchan, vamos a terminar en un paro nacional”, aseguró. El dirigente camionero llamó a “ganar la calle” y alertó a los legisladores que impulsan el dictamen de la reforma: “No podemos entregar nuestros derechos. Ojo con lo que hacen, porque el pueblo y la patria se lo van a demandar”. Y sentenció: “Pueden venir por todo lo que quieran, pero nunca por nuestra dignidad”.
Esta entrada ha sido publicada el 18 de diciembre, 2025 16:52
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