El director Matías Gueilburt habló sobre el proyecto que comenzó con una nota en el New York Times y cuenta la lucha de Willy, el periodista Eduardo Puppo y el matemático rumano Marian Ciulpan contra la ATP.

Este 27 de octubre, Netflix estrena Vilas: serás lo que debas ser o no serás nada, el documental que cuenta el legítimo reclamo que por más de 40 años ha llevado adelante el extenista por ser reconocido como número uno del mundo. En 90 minutos, el director Matías Gueilburt presenta una historia de intrigas que involucra a un joven marplatense que multiplicó los courts en un país dominado por el potrero, a un periodista que llega a poner en peligro su matrimonio obsesionado con la injusticia, a un matemático rumano que desde Australia se suma a una batalla tan épica como dispar, todos juntos para enfrentar a la Asociación de Tenistas Profesionales (ATP).

El proyecto combina el trabajo de investigación de más de una década del periodista deportivo Eduardo Puppo con las grabaciones en cassette que hizo Vilas con reflexiones y recuerdos de los cientos de torneos que jugó alrededor del mundo. A lo largo de su carrera, Willy ganó 62 títulos (4 Grand Slam), que lo ubican 8° a nivel mundial, detrás de nombres como Jimmy Connors, Ivan Lendl, John McEnroe, Roger Federer, Rafael Nadal, Pete Sampras y Björn Borg. Además, tiene el récord de mayor número de victorias en una sola temporada con 130 partidos en 1977; el récord de mayor cantidad de títulos ganados (16) en una sola temporada (1977). Pero eso no es todo…

Vilas es el único tenista en tener el récord de mayor número de partidos ganados de forma consecutiva con 46 y es el único jugador en ganar torneos ATP en los cinco continentes Europa, América del Sur, América del Norte, África y Asia en un mismo año (1977). Para tener una idea de la magnitud de lo que significa Vilas para el tenis argentino, si se cuentan todos los títulos de La Legión, la generación dorada integrada por Guillermo Cañas, Franco Squillari, Mariano Zabaleta, Juan Ignacio Chela, Gastón Gaudio, Agustín Calleri, Mariano Puerta, José Acasuso, Guillermo Coria, y David Nalbandian, quedan 6 títulos por debajo de la cosecha del Gran Willy.

Ciudad habló el director Gueilburt, quien reveló detalles sobre cómo concibió este documental, la forma en la que logró sintetizar la enorme cantidad de material que generó Puppo y las expectativas que le genera el estreno. “Creo que lo más importante es que la película visibiliza una problemática y ahora se abre a un mundo más allá del tenis que va a evaluarla”, aseguró.

–¿Cómo te involucraste con esta historia?

-Mi socio encontró en The New York Times el artículo de Christopher Clarey sobre el rechazo de la Asociación de Tenistas Profesionales (ATP) al pedido que habían hecho el abogado de Vilas con el informe que había escrito Eduardo Puppo y ahí supimos que teníamos una historia.

–¿Cómo lograste organizar el enorme caudal de información?

-Nos concentramos en contar la historia desde el punto de vista de Eduardo y después desde el de Guillermo. Esto fue posible gracias a los cassettes que grabó Vilas durante sus giras y que nos permitieron acceder a su relato en primera persona. Eran grabaciones que muchas veces tenían reflexiones del tipo ‘acá estoy mirando el techo’ y se intercalaban con sonido ambiente de las habitaciones de hotel en las que pasaba su tiempo, pero que nos ayudaron muchísimo a reconstruir la historia.

–En el documental se aprecia cómo Puppo casi puso en riesgo su matrimonio por el proyecto.

-Sí, porque la investigación de Eduardo se transformó en una obsesión periodística. Por suerte, tuvo la ayuda de su esposa María Luz Marín, que tuvo la lucidez de recurrir a un especialista que pudo ayudar a su marido como lo fue (el matemático rumano) Marian Ciulpan, cuando no encontraba el rumbo. Y con respecto a Vilas, es una situación que le puede pasar a cualquiera, es la historia de todos nosotros y espero que se pueda rectificar. Esta historia no solamente se ata a un tenista sino que lo que hizo Vilas en el pasado y lo que hizo Puppo en el presente habla de gente locamente linda que está muy apasionada por ir hasta el fondo de las cosas, como también lo haría un músico o un médico en sus respectivas profesiones.

–¿Te animarías a encarar una epopeya de 13 años como lo hizo Eduardo para ayudar a un conocido?

-No sé si haría algo similar porque hay que dejar mucho de lado y si bien en mi profesión he dejado mucho de lado porque estuve muchas veces filmando en el exterior, nada llevó tanto tiempo como lo que le tomó a Puppo con Vilas.

–Si tenemos en cuenta el antecedente de The Rati Horror Show de Enrique Piñeyro, ¿confiás en que gracias a la llegada de Netflix se pueda lograr un cambio en la situación de Guillermo?

-Es una realidad que gracias a la plataforma se puede llegar a todo el mundo, donde Vilas tiene muchísimos seguidores que creen que él fue número uno. Yo espero, y esto es más un deseo que una realidad, que la película pueda empujar un poquito porque no es solamente la palabra de Puppo y de Vilas, sino que hay seis tenistas número uno (N. del R: se refiere a Rafael Nadal, Roger Federer, Mats Wilander, Boris Becker, Rod Laver, y Björn Borg) apoyando la moción de ellos. Creo que lo más importante es que la película visibiliza una problemática y ahora se abre a un mundo más allá del tenis que va a evaluarla. Creo que para la ATP es como cualquier orden de la vida para las compañías, si las cosas no se mueven y están tranquilas es mejor. Si viene alguien y dice que hay que revisar algo, eso ya genera un temblor. Puppo los puso a temblar y nosotros lo intentamos un poco más. Si están todos los argumentos, los resultados y todo lo que se necesita para demostrarles que fue el número uno, ¿por qué lo desestiman? No es que se les está pidiendo un favor, se les pide que corrijan algo que está mal escrito. Es un error que ni siquiera es de los funcionarios actuales, pero que se fue manteniendo a lo largo de estas décadas.

-Además de la investigación, la película tiene un mensaje de amistad.

-Ojalá que se le dé el reconocimiento que Vilas se merece, pero aparte esta película es la historia de una amistad que se formó en medio de todo esta movida. Eduardo y Guillermo se conocen desde los tiempos en los que uno cubría los partidos del otro, pero recién cuando Puppo se pone al hombro esta investigación para hacer que le den a este reconocimiento, Vilas se dio cuenta de que se había ganado un amigo, y eso queda muy en claro en la escena del reencuentro en Mónaco.

-Teniendo en cuenta que en la Argentina no es el deporte más popular, ¿considerás que esta película va a mostrarle a las nuevas generaciones quién fue Vilas y los grandes logros que obtuvo?

-Claramente. Es la misma situación que ocurre con mi familia: para mí el mejor jugador es Diego Maradona y para mi hijo es Lionel Messi porque no lo vio en acción en su tiempo. Con Guillermo pasa lo mismo, con la salvedad de que es indiscutible por la gran cantidad de torneos que ganó a lo largo de su historia, incomparable con el resto de los tenistas argentinos.

Fuente: Ciudad