Luego de 3 años de noviazgo,Juana Viale se separó de Agustín Goldenhorn, el arquitecto con el que soñaba mudarse a una “casa gitana” que habían pensado en conjunto. La noticia fue confirmada por la revista ¡Hola!, que mostró la nueva vida de soltera de la actriz en José Ignacio: disfruta de las tardes en kayak en compañía de su perra Tota, su mamá Marcela y su hija Ámbar.

En Socios del espectáculo (eltrece), aseguraron que el romance terminó hace seis meses, y que ella ya tendría un nuevo amor. “Está con un hombre mayor vinculado al mundo empresarial. Cuando se sepa va a ser una bomba”, lanzó Paula Varela. La que no quiso referirse al tema fue Mirtha Legrand, que en diálogo con el programa reconoció que con su nieta no suelen hablar de amor.

Todo parecería indicar que será Goldenhorn quien se quede con la vivienda de San Isidro donde iban a instalarse muy pronto. Así lo dio a entender él en las redes sociales, donde escribió: “Todo lo que quise desde un primer boceto se plasma en este espacio: verde, todos los sentidos activados, arquitectura, liviandad, texturas, brisas, luz. Tu idea, pececito, es el corazón de todo. Gitana, nos vamos a llevar tan bien…”.

“Todo circular”, la idea detrás de la casa donde iban a vivir Juana Viale y Agustín Goldenhorn

A fines de 2021, Juana Viale y Agustín mostraron las primeras fotos de la casa que estaban construyendo en San Isidro. Las postales llamaron la atención de todos sus seguidores, ya que eligieron un formato circular, con un imponente jardín alrededor y una piscina confortable.

La idea de la pareja -que se conoció en una cita a ciegas- era vivir con la naturaleza muy presente. La luminosidad fue otro de los puntos claves de la propiedad, ya que el arquitecto incluyó varios ventanales circulares, espacios amplios y una terraza generosa.

Hoy el sueño de compartir ese nido de amor quedó en el pasado, y será Goldenhorn quien la habite próximamente, aunque no se sabe si lo hará solo o acompañado. Según sus redes sociales, el lugar ya estaría completamente terminado, después de una obra que duró poco más de un año.

Fuente: Ciudad