Joaquín Acebo interpretó al boy scout Micky Rovers en El Eternauta. Tras el éxito de la serie de Netflix, dio una entrevista en la que contó cómo fue el accidente que sufrió a los cinco años, por el que estuvo 21 días en coma y que le dejó como secuela una parálisis facial.
“De chico tuve un accidente. Fui a un parque de diversiones en Luján y, no sé si ubican el tren fantasma… Es un juego bastante simple, pero el parque era terrible y el juego no tenía ningún tipo de seguridad”, dijo al aire de Podría funionar (LOVE/ST).
Acto seguido, señaló que en ese entonces él tenía tan solo cinco años. “Era un niñito con cero conciencia de lo que podía pasar, y el juego no tenía ningún tipo de ni cinturón o barra para que yo me pudiera sostener”, precisó.
Sobre el accidente, precisó: “En uno de los giros, por alguna razón, me paré y en la curva que dio yo salí disparado. Yo estaba en el medio de mis dos hermanos, y quedé como enganchado entre el carro y las vías”.
Ante el relato de Acebo, todos en el estudio quedaron en shock y él admitió: “Sí, bastante heavy. Mi cabeza quedó como rebotando y después se enganchó como en el carro”.
En cuanto a las secuelas, precisó: “Del exterior me quedó la parálisis facial porque se me cortó el nervio que controla todo lo de la cara”. “Pero entré en coma. Estuve 21 días en coma, tuve triple fractura de cráneo, tuve desplazamiento del moides, que es el hueso que es vital para respirar, para comer, para ir al baño, para un montón de cosas…”, concluyó.
La nueva adaptación de El Eternauta, la emblemática historieta argentina creada por Héctor Germán Oesterheld y Francisco Solano López, se convirtió en una de las producciones más esperadas del año en Netflix.
Además de su potente narrativa sobre una invasión alienígena en una Buenos Aires cubierta por una nevada mortal, la serie también se destaca por la cuidada elección de locaciones que refuerzan su atmósfera distópica.
Una de las casas que más llamó la atención de los fanáticos es la vivienda de Alfredo “El Tano” Favalli, uno de los personajes clave en la historia. Este icónico lugar de encuentro y refugio para los protagonistas no es un set montado en estudio, sino una verdadera propiedad situada en el partido de San Isidro, en la Zona Norte del Gran Buenos Aires.
La casa en cuestión se encuentra sobre la calle Acassuso al 1599, en la intersección con Florencio Varela, en la localidad de Beccar, partido de San Isidro.
Se trata de una residencia tradicional de dos plantas, con pisos de parquet, una escalera exterior visible y una estructura elevada respecto a otras viviendas de la zona.
Fuente: TN Show
Esta entrada ha sido publicada el 13 de mayo, 2025 10:30
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