“Es una cicatriz imborrable. Es un dolor que uno lo lleva para toda la vida y que nunca había imaginado que algo así pudiera suceder”, parte de un amplio encuentro en el living de su casa con Roberto Chiaradía, papá de María Victoria desaparecida y asesinada junto con su novio, Horacio Iglesia Braun, ambos de 19 años.

A 23 años de una historia que cambio parámetros de vivir, cuidar a nuestros hijos, estar atentos a los peligros que los rodea, Roberto atendió a Canal Siete y nos dijo: “no sabemos lo que es el duelo, sentimos la falta de Vicky de una manera especial…”

“Nochebuena y fin de año es un día mas, es un tema muy especial…”, menciono.

“Con mi esposa Mirta, para poder seguir, vamos todos los días al cementerio a visitar a nuestra hija; es como una terapia que nos ayuda. Al principio era desgarrante, después fue cambiando la situación y ahora vamos diez o quince minutos, regamos las plantitas que pusimos donde ella está y nos volvemos.

Y hasta dio un valorable consejo de como sobrevivir al dolor: “…Una vez que todo pasa depende exclusivamente de cada uno de nosotros la paciencia que tengamos para no cometer cosas raras con los autores…hay que seguir adelante recordando hija o hijo y pensar que uno está con ellos…”, cerro.