Desde que comenzó la cuarentena, 10 argentinas y argentinos que estaban siendo explotados laboral o sexualmente en seis países de América Latina y Europa, fueron repatriados al país en operativos internacionales conjuntos y adaptados a las condiciones que impone la pandemia por coronavirus, se informó este martes oficialmente.
Norma Mazzeo, psicóloga del equipo de coordinación del organismo contó que “seis mujeres y cuatro varones de entre 17 y 24 años” fueron asistidos para su regreso al país provenientes de “España, México, Chile, Uruguay, Bolivia y Paraguay”, donde estas personas estaban retenidas “contra su voluntad, violentadas y esclavizadas”.
El número adquiere relevancia adicional si se tiene en cuenta que durante 2019 hubo solo cuatro repatriaciones, y una sola entre el 1 de enero y el 20 de marzo de este año, cuando entró en vigencia el aislamiento social, preventivo y obligatorio (ASPO) por la pandemia de coronavirus.
Las víctimas
Entre las víctimas rescatadas en cuarentena hay una mujer que era explotada en un prostíbulo mexicano, tres jóvenes músicos que eran retenidos en Uruguay y un adolescente que viajó a España tentado con una carrera futbolística.
En cuanto al tipo de trata, “hay cuatro casos de explotación sexual –todas mujeres-, tres de explotación laboral y otros tres que no está totalmente claro” en cuál de estas categorías se inscribe o si corresponden a ambas.
Los operativos de intervención
“Tenemos diseñado un circuito de repatriados argentinos explotados en el exterior en una tríada con la Protex -Procuraduría de Trata y Explotación de Personas- o fiscalía actuante, el área de Argentinos en el Exterior de Cancillería y el Programa, que interactúa con los otros organismos para el acompañamiento de la víctima desde que se toma conocimiento del caso hasta que realiza su declaración testimonial”, explicó Mazzeo.
Los operativos de intervención se diseñan a partir de “una denuncia que puede surgir acá y nuestra fiscalía hacer nexo en el extranjero” o bien por “las novedades que le llegan al consulado de nuestro país en el extranjero” provenientes de los tribunales locales, y desde un inicio “se trabaja en colaboración, con las dificultades que suponen las diferencias de legislación”.
En cuanto a la identidad de quien realiza la denuncia, Mazzeo destacó una mayor proporción de víctimas, lo que es reflejo de lo que ocurre a nivel local con la línea 145 donde aumentó su participación en los llamados durante la cuarentena (ver recuadro)
“Los repatríos se hacen de dos maneras: o bien nosotras viajamos a donde se encuentra la víctima o la acompaña el personal de Cancillería (en el país extranjero) y comenzamos a intervenir de manera telefónica en primer término y presencial desde el momento que arriba al país”, contó.
Fuente: Telam