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sábado 4 de mayo

Cómo Chile se convirtió en líder indiscutible de la vacunación en Latinoamérica

El vecino país ya vacunó a más de 1.550.000 de sus 19 millones de habitantes. El presidente Sebastián Piñera recibió este viernes la primera dosis de la vacuna de Sinovac contra el coronavirus.

Más 1,5 millones de personas ya fueron vacunadas en Chile con al menos una dosis desde que arrancó el proceso de inmunización masiva el 3 de febrero. Una cifra más que considerable para un país de 19 millones de habitantes, que lo pone a la cabeza de la región y le valió elogios en todo el mundo.

“La vacunación masiva es la esperanza para recuperar nuestras vidas y abrazar a nuestros seres queridos”, dijo este viernes el presidente chileno, Sebastián Piñera, de 71 años, tras recibir la primera inyección de la vacuna del laboratorio chino Sinovac en la localidad sureña de Futrono, donde se encuentra de vacaciones.

El mandatario conservador recibió el fármaco siguiendo el calendario oficial de vacunación, que para este viernes consideraba a las personas de entre 71 y 72 años. “Esta vacuna es segura, es eficaz y hemos hecho un esfuerzo enorme”, agregó Piñera, duramente cuestionado hace unos meses por la gestión de la pandemia.

“Ya hemos vacunado a un 1.550.000 chilenos y chilenas. Creo que Chile está entre los países que más ha vacunado y vamos a seguir con esto”, celebró.

Inocular a 5 millones de personas antes en el primer trimestre

El objetivo del Gobierno es inocular a la población de riesgo – casi 5 millones de personas, entre mayores de 65 años, enfermos crónicos, personal sanitario, fuerzas de seguridad y funcionarios en actividades críticas – antes de que finalice el primer trimestre y al 80 % de la población total antes de junio.

Del total de vacunados hasta el jueves 748.417 son adultos mayores de 73 años y el resto personal sanitario, mientras que el 59,9 % corresponde a mujeres y el 40,1 % a hombres.

Con el 83,6% % de su población inoculada, la pequeña localidad de Laguna Blanca, en el extremo sur del país, encabeza la lista de las primeras diez comunas por avance de vacunación, seguida de la también austral Río Verde (49,2 %).

Chile, que empezó vacunando al personal sanitario de cuidados intensivos el 24 de diciembre con la vacuna de Pfizer/BioNTech y arrancó la inoculación masiva la semana pasada con los mayores de 90 años, administra 8,39 dosis por cada 100 habitantes, según los últimos datos hasta el 11 de febrero del registro Our World in Data, de la Universidad de Oxford.

La cifra es muy superior a la media mundial -1,9 dosis por cada 100 habitantes- y a las 2,07 dosis en Brasil, 1,27 en Argentina y 0,56 en México.

A la cabeza en el continente americano va Estados Unidos, con 14,02 dosis por cada 100 habitantes, mientras que Israel lidera de lejos el ranking mundial, con 71,19 dosis por cada 100 habitantes, según la universidad británica.

“El número de vacunas que se están inoculando diariamente en Chile es absolutamente un logro y ayuda a combatir el movimiento antivacunas. Solo el jueves se inyectaron 221.459 dosis”, reconoció en diálogo con la agencia de noticias Efe Claudio Castillo, experto en Salud Pública de la Universidad Santiago de Chile.

Las claves del éxito chileno

Los expertos señalan dos aspectos para explicar la rapidez con la que se está llevando a cabo el proceso, que es voluntario y gratuito: la negociación temprana de vacunas y la amplia red de la atención primaria, que recorre cada rincón de este país de más de 4.200 kilómetros de largo y que le ha permitido realizar exitosas campañas en su historia, como la de la polio en 1961.

Según Castillo, la clave del éxito chileno fue haber apostado desde muy temprano por la vacuna china Sinovac, lo que le permitió recibir ya casi 4 millones de dosis.

“La vacuna china no es muy masiva aún, está principalmente en China, Indonesia, Turquía y Brasil. Ahora se están sumando más países, pero al principio no tenía ese halo de sello de garantía que tenía la de Pfizer. La estrategia de Chile de diversificar contratos fue muy buena”, añadió.

Un hombre recibe una inyección de la vacuna CoronaVac para el COVID-19 desarrollada por la empresa biofarmacéutica china Sinovac Biotech en un centro de vacunación instalado en el estadio Bicentenario de Santiago de Chile, el miércoles 3 de febrero de 2021. (Foto: AP/Esteban Felix).Por: AP

Para obtener cuanto antes la vacuna de Pfizer, hubo preacuerdos y negociaciones en Abu Dabi en las que se establecieron cláusulas de confidencialidad y “cartas de intenciones” para fijar ensayos clínicos en Chile a cambio de “condiciones especiales” que garantizaran un considerable número de dosis, inmediatas y a un bajo precio.

Para la vacuna de Sinovac se procedió de un modo similar. En julio del 2020, la Universidad Católica de Chile (UC) y el Instituto Milenio firmaron un convenio de ensayos clínicos con Sinovac, que fue autorizado en septiembre por el Ministerio de Salud chileno, lo que otorgaba vía libre al desarrollo de pruebas y revisiones de calidad en su territorio.

Este acercamiento le permitió al gobierno chileno negociar el costo final de la vacuna que en otros países se vende a 14 dólares por dosis y asegurarse 10 millones de dosis en una primera etapa, y además reservar una segunda “opción de compra” por otras 10 millones de dosis.

La negociación con el laboratorio estadounidense Pfizer fue más difícil, debido a que la empresa exigía firmar contratos previos antes de hacer una reserva y bajo ley estadounidense, por lo que el gobierno chileno tuvo que contratar un estudio jurídico de Nueva York. Finalmente, en septiembre se logró firmar el contrato con Pfizer-BioNTech por la compra de 10 millones de vacunas.

Un policía guarda contenedores con los primeros lotes de la vacuna de Sinovac en el aeropuerto de Santiago de Chile, el 28 de enero de 2021. (Foto: REUTERS/Ivan Alvarado).Por: REUTERS

Chile, que también aprobó la vacuna de Oxford/AstraZeneca, se encuentra estudiando la rusa Sputnik y la de Janssen, y tiene comprometidas más de 35 millones de dosis de diferentes laboratorios y de la plataforma Covax, impulsada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para garantizar un acceso universal.

“El principal desafío para un país como Chile, que tiene condiciones logísticas idóneas, es contar con el stock suficiente”, explicó Cristóbal Cuadrado, académico de la Escuela de Salud Pública de la estatal Universidad de Chile.

En opinión de Castillo, el principal reto aparecerá en unas semanas, cuando la inoculación de la segunda dosis coincida con la campaña contra la gripe en el hemisferio sur, pues “hay que esperar al menos dos semanas entre ambas inyecciones”.

La pandemia ya ha provocado cerca de 765.000 de infectados y más de 19.200 muertes desde inicios de marzo en Chile, que pasó su primer gran pico en julio y está sumido en una segunda ola.

Fuente: TN

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