Minutos después de las 15 de este miércoles un llamado al 911 alertó a la Policía sobre un macabro crimen en una casa abandonada de la localidad de San Martín, en Mendoza. El cuerpo de la víctima estaba en el piso, boca abajo y vestido de la cintura para arriba. Lo habían “empalado”.

Se trataba de José Fernando Busto Vega, un hombre de 54 años que vivía en situación de calle y aparentemente solía dormir en ese lugar. Para cuando lo encontró un vecino de la zona su cuerpo estaba destruido. En parte debido a un avanzado estado de descomposición, pero además uno de sus brazos se encontraba separado del cuerpo y la parte superior del cráneo estaba aparentemente comida por animales.

Para los investigadores no hay dudas de que Busto Vega fue víctima de un homicidio y todos los indicios apuntan a una venganza. En ese sentido, una fuente policial confirmó a Télam que el hombre había sido imputado por abuso sexual agravado en el año 2016 y denunciado nuevamente el año pasado por abuso sexual simple. Además, tenía una tercera causa por robo simple en el año 2013.

Por otra parte, el cuerpo fue encontrado con un palo en el interior de la cavidad anal. La crueldad y el ensañamiento evidentes por el uso de esta metodología hace presumir que el asesinato fue una suerte de “escarmiento” o mensaje con la intención de hacer sufrir a la víctima lo mismo que él le habría hecho sufrir a las suyas.

Los peritos de la Policía Científica buscan ahora huellas en la escena del crimen y, en particular, en el palo usado como arma homicida para identificar al asesino. Según indicaron los medios locales, se trata de una zona relativamente aislada y la edificación tiene el techo caído y ni siquiera cuenta con servicio eléctrico.

Hasta el momento, ninguno de los vecinos cercanos pudo aportar datos que ayuden a esclarecer lo ocurrido. La causa por el homicidio es investigada por el fiscal de La Colonia-San Martín Scattareggi.

Violaron, golpearon y enterraron vivo a un hombre acusado de abuso sexual
El caso de Busto Vega tuvo un antecedente hace un año en Godoy Cruz. La víctima fue un joven de 29 años que había sido acusado de abusar sexualmente de una chica de 21 al que sus vecinos violaron, golpearon y enterraron vivo en un basural a modo de represalia.

Según relataron los medios en ese momento, cuando encontraron al presunto abusador estaba desnudo, con heridas graves, mordeduras de animales y miasis, una enfermedad parasitaria causada por larvas de mosca.

Fuente: TN