Este 27 de octubre se cumplen 21 años del crimen de María Marta García Belsunce. Durante las primeras horas todos creyeron que se había tratado de un accidente, pero la autopsia realizada un mes después confirmó que María Marta en realidad había sido asesinada a balazos en la cabeza.

Carlos Carrascosa -su viudo- estuvo varios años detenido por el hecho e incluso fue a juicio Nicolás Pachelo, el vecino sospechoso del country de Pilar en el que vivía la víctima. Sin embargo, este último fue absuelto el 2 de diciembre de 2022, dejando impune uno de los casos más conmocionantes de la historia criminal Argentina.

El 27 de octubre de 2002, la socióloga de 50 años fue a jugar al tenis, una rutina habitual de todos los domingos. Por una leve llovizna, el partido se suspendió. Antes de regresar a su casa, pasó por lo de su hermana, Irene Hurtig y, después de merendar, regresó en bicicleta a su propiedad ubicada a unos pocos metros. Esperaba el turno con su masajista, Beatriz Michelini, a quien jamás llegó a recibir. Cerca de las 19, su esposo la encontró sin vida con medio cuerpo adentro de la bañera.

Al principio todos creyeron que se trataba de un accidente doméstico, y que en realidad María Marta se había golpeado la cabeza contra una viga del techo, que luego se había resbalado y caído en la bañera. Sin ir más lejos, esta fue la hipótesis que dio el primer médico que llegó en ambulancia a la casa.

A la familia había algo que no le terminaba de cerrar y pidieron que un fiscal interviniera para investigar qué había ocurrido con exactitud. La intervención del fiscal Diego Molina Pico y el informe médico del doctor Biasi descubrieron, 35 días después, determinó que había sido asesinada a balazos.

Desde ese momento, la familia comenzó a ser mirada de reojo por la Justicia. No obstante, ellos apuntaban a Pachelo, vecino del barrio cerrado Carmel e hijo de uno de los fundadores del predio. También lo señalaban por ser el autor de asaltos adentro del country, algo que el sospechoso finalmente admitió en uno de los juicios y por lo que fue encontrado culpable.

En el primer juicio que se realizó en 2009, el viudo de María Marta fue condenado a prisión perpetua por el homicidio, pero cinco años después intervino la Corte Suprema de Justicia para que se revisara la causa por “irregularidades” y en 2016 el Tribunal de Casación ordenó su liberación y absolución.

Años después y tras varias irregularidades, el 2 de diciembre de 2022, justo el día en el que se cumplían 20 años del crimen, el Tribunal Oral N°4 de San Isidro absolvió a Nicolás Pachelo, el último acusado.

Sin embargo, en ese debate los jueces sí lo encontraron culpable del delito de “robo agravado” y le impusieron una pena de nueve años y seis meses de prisión. El exvecino del country admitió seis de los ocho robos -que cometió entre 2017 y 2018- que se le imputaron.

El 21 de diciembre, a menos de un mes del veredicto que selló la impunidad del caso, Pachelo pidió su excarcelación ante el tribunal que dictó su sentencia porque cree que “compensaron una cosa con otra”.

Carlos Carrascosa: “La fuerza del amor a María Marta me hace seguir buscando quién la mató”

El viudo de María Marta García Belsunce dijo que “la fuerza de la inocencia y el amor por ella” es lo que lo impulsa “a seguir buscando quién la mató”. Además, comentó que seguramente su mujer fallecida “está orgullosa” de él por tantos años de lucha.

“Después de todo lo que pasé, siento que me dio fuerzas, la fuerza de la inocencia y del amor a María Marta es lo que me hace que siga buscando a quién la mató. Son dos mandatos indeclinables”, afirmó este jueves Carrascosa en diálogo con la agencia Télam.

Carrascosa, que hoy tiene 78 años, lamentó la absolución que benefició en diciembre a Pachelo, al considerar que lo que hizo el tribunal fue darle “un tiro en las pelotas”. De todas formas, el viudo espera el Tribunal de Casación Penal bonaerense haga lugar al recurso de apelación presentado por sus abogados y por los fiscales del Departamento Judicial de San Isidro Patricio Ferrari, Andrés Quintana y Federico González, y revierta la absolución.

“Creo que hubo una mano negra, como dijo (el juez Federico) Ecke, que fue que el único que no voto por la absolución y que dijo en sus fundamentos ‘algo huele mal en Dinamarca’, una frase muy fuerte y explícita hacia sus colegas (Osvaldo Rossi y Esteban Andrejín, del TOC 4)”, remarcó.

En este sentido, consideró que tiene mucha fe sobre lo que pueda resolver Casación a futuro, e insistió en que “van 21 años y la paciencia está llena de esperas, por lo que será una más”.

“Esperanza siempre uno tiene, pero contra la esperanza hay una realidad, que no sé cuál va a ser. Fue un caso tan comprometedor y difícil que hay que entender a los que ponen el ‘gancho’, que no les tiemble la mano y crean que es la verdad”, afirmó.

Instalado en Luján, donde según él creó “un microclima”, en donde se reúne con amigos y también es el lugar donde formó “una nueva familia” junto a Jorgelina, una de las mujeres que lo acompañó durante los primeros procesos judiciales, y el padre de ella, quien le brindó su vivienda cuando fue beneficiado con la prisión domiciliaria, en 2015.

A 21 años del crimen, recordó a su esposa: “Estoy seguro de que María Marta debe estar orgullosa de mí. Ella es la que me da la fuerza desde arriba para seguir adelante. No quiero que su muerte quede impune”.