El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) recomendó hoy a los productores pecuarios adoptar medidas preventivas para reducir el impacto del estrés calórico, lo cual contribuirá a mejorar el bienestar animal y a beneficiar a los diferentes actores de las cadena.
“Las altas temperaturas pueden causar una disminución en la actividad física, aumento en la frecuencia respiratoria y disminución en el consumo de alimento, como también repercute en un mayor consumo de agua, jadeo y salivación”, explicó el organismo en un comunicado.
En esta línea, el escrito precisó que esta situación puede llevar a una disminución en la eficiencia alimenticia, pérdida de peso, deterioro en el desempeño y aumento de la tasa de mortalidad en los animales.
Tal como lo define el estudio, el estrés calórico ocurre cuando los animales son expuestos a condiciones ambientales que “superan su temperatura óptima” y “no pueden regular su temperatura interna”.
Por otra parte, el Senasa afirmó que existen factores propios del animal – tales como edad, color y largo del pelo – influyen en la susceptibilidad al estrés calórico, por lo que los animales con mayor acumulación de grasa corporal y los de pelaje negro y en etapas de terminación son los más afectados.
Además, agregó que la alimentación también influye en el riesgo de estrés calórico, sobre todo el consumo de pasturas tóxicas y raciones hipercalóricas, “que aumentan el riesgo”.
Por lo tanto, se recomienda proveer suficientes espacios de sombra para los animales y agua fresca y abundante.
Finalmente, las autoridades del Senasa sugieren evitar manejos estresantes y adecuar la alimentación, así como refrescar a los animales en las horas más calurosas.
“Contemplar estas medidas contribuirá en mejorar el bienestar animal y redundará en beneficios para los diferentes actores de las cadenas pecuarias. Ante cualquier duda, consultar al veterinario del establecimiento”, concluyó el informe.
Fuente: Telam