Después del decreto que presentó la Primera ministra Giorgia Meloni para modificar el trámite que permite obtener la ciudadanía italiana, el Parlamento de ese país aprobó la medida tras la revisión en la Cámara de Senadores y ahora de Diputados.
La noticia se conoció a fines del mes de marzo y marcó un cimbronazo para todos los argentinos y ciudadanos de otros países que eran descendientes de italianos y estaban a la espera de ver cómo se resolvía el trámite para ser reconocidos como ciudadanos.
Con la nueva normativa, que fue aprobada en la Cámara de Diputados con 137 votos a favor, 83 en contra y 2 abstenciones, miles de ciudadanos argentinos bisnietos de italianos quedarán sin la posibilidad de acceder al trámite desde la Argentina.
Antes, se podía acceder a los papeles a través del mecanismo “ius sanguinis”(derecho de sangre), por el cual los descendientes de emigrantes italianos podían reclamar la ciudadanía sin importar el número de generaciones que los separen de su antepasado.
A pesar de su relevancia histórica, el sistema que estaba vigente mostró importantes limitaciones administrativas. Las oficinas consulares, especialmente en países con una alta demanda, están desbordadas de solicitudes. En algunos casos, los tiempos de espera pueden superar los diez años. Además, se generó una fuerte controversia en Roma debido a las implicaciones culturales y administrativas que conlleva.
En un comunicado, el Ministerio de Asuntos Exteriores italiano, que encabeza Antonio Tajani, principal impulsor de la medida, puso como ejemplo a Argentina, que tiene la mayor comunidad de inmigrantes italianos, donde 20.000 descendientes obtuvieron la nacionalidad del país europeo en 2023 en virtud del derecho de sangre, mientras que en 2024 lo hicieron 30.000.
A partir de ahora, tras la entrada en vigencia del decreto, solo será posible acceder a los documentos para hijos y nietos de ciudadanos de aquel país. Es decir, aquellas personas que tengan un bisabuelo italiano no podrán solicitar el trámite desde la Argentina.
En ese sentido, justamente la región de Sudamérica es la zona con mayor cantidad de damnificados por la medida que impulsó la propia Meloni. De hecho, estiman que todavía hay entre 40.000 y 60.000 solicitudes de argentinos son de bisnietos de italianos.
Sin embargo, la medida tiene una fecha de corte, es decir, que todavía se procesarán todas las solicitudes que hayan sido presentadas antes del 27 de marzo de 2025 a las 23:59, hora de Roma.