Una nueva tendencia de fitness llamada “marcha japonesa” está ganando popularidad en redes sociales por ofrecer beneficios concretos para la salud sin necesidad de mucho tiempo ni equipamiento especializado.
Este método fue desarrollado en Japón por el profesor Hiroshi Nose y la profesora asociada Shizue Masuki, ambos de la Universidad Shinshu en Matsumoto. La técnica consiste en realizar intervalos de caminata rápida y lenta: se alternan tres minutos de marcha vigorosa con tres minutos de caminata suave, durante un período mínimo de 30 minutos, cuatro veces por semana.
El estudio que dio a conocer esta técnica fue dirigido por el investigador japonés Hiroshi Nose, y consiste en lo siguiente:
Este tipo de caminata ha sido comparado con el entrenamiento por intervalos de alta intensidad, más conocido como HIIT (High Intensity Interval Training), y en algunos casos se la denomina “marcha de alta intensidad”. Sin embargo, la exigencia física es bastante menor en comparación con un HIIT tradicional, lo que la convierte en una alternativa más accesible y menos agotadora.
Otro punto a favor es su simplicidad: no requiere equipos sofisticados, sólo un reloj o cronómetro y un lugar donde caminar. Tampoco exige una planificación compleja y demanda menos tiempo que otras formas de ejercicio, como alcanzar la meta diaria de 10.000 pasos. Por eso, se presenta como una opción ideal para quienes buscan incorporar actividad física a su rutina sin grandes complicaciones.
La evidencia científica respalda los beneficios de esta modalidad de caminata. En 2007, se realizó un estudio en Japón con el objetivo de comparar los efectos de la marcha japonesa con los de una caminata continua a menor intensidad, orientada a alcanzar los 8000 pasos diarios.
Los resultados fueron contundentes: quienes practicaron la marcha japonesa lograron una mayor pérdida de peso y una reducción más significativa de la presión arterial en comparación con aquellos que solo realizaron caminatas constantes y más suaves.
Además, los investigadores midieron el impacto en la fuerza muscular de las piernas y la condición física general. En ambos casos, las personas que siguieron el plan de caminatas intermitentes mostraron mejoras superiores respecto al grupo que caminó a intensidad moderada de forma sostenida.
Otro estudio, esta vez a más largo plazo, evidenció que la marcha japonesa también actúa como un aliado frente al envejecimiento, ayudando a conservar la fuerza y la capacidad física, dos factores clave en la salud general a medida que pasan los años.
Según el reportaje del Washington Post, los beneficios de la caminata japonesa se pueden resumir en los siguientes:
Esta entrada ha sido publicada el 21 de julio, 2025 17:33
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