Poner orden en lo cotidiano es una herramienta que facilita la vida: ya sea al organizar la casa, acomodar documentos o separar billetes según su valor, el orden ayuda a tener claridad y estructura.
Pero cuando esta conducta se vuelve excesiva o se realiza de forma repetitiva e incontrolable, puede ser señal de algo más profundo. Expertos en salud mental advierten que ordenar billetes por denominación de manera constante y compulsiva podría ser un indicio de Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC).
Aunque se trata de una costumbre habitual y generalmente inofensiva, los profesionales destacan que el punto clave está en la intensidad del comportamiento y su impacto en la vida diaria. No es lo mismo preferir el orden que sentir angustia si ese orden se altera mínimamente.
¿Qué dice la psicología?
Ordenar el dinero no es solo un gesto estético o práctico: también responde a la necesidad de mantener el control en medio del caos cotidiano. “Quienes tienen esta costumbre suelen ser personas organizadas, metódicas y con altos estándares personales. Buscan el orden no solo en su billetera, sino también en otros aspectos de su vida”, explican desde el enfoque psicológico conductual.
Este comportamiento puede estar relacionado con una estructura mental orientada a la eficiencia y la previsibilidad. Es común entre personas que también llevan control de gastos, planifican sus finanzas y tienden al ahorro.
¿Cuándo se vuelve una señal de alarma?
Los especialistas advierten que, si bien mantener una billetera ordenada puede ser un gesto positivo, cuando la acción se vuelve repetitiva, inflexible o genera ansiedad en caso de no poder realizarla, podría tratarse de una señal asociada al TOC.
“El problema aparece cuando la persona no puede tolerar el desorden, siente angustia si no acomoda los billetes de cierta manera o repite este ritual compulsivamente”, señalan desde el ámbito clínico.
No todo perfeccionismo es TOC
Desde la Clínica Mayo aclaran que el TOC no debe confundirse con el perfeccionismo. Muchas personas disfrutan de tener todo limpio o en orden, pero eso no implica un trastorno.
Lo preocupante aparece cuando esos pensamientos o conductas consumen demasiado tiempo, generan sufrimiento o afectan la funcionalidad diaria.
“El TOC va más allá de querer que las cosas estén bien hechas. Se trata de pensamientos intrusivos que causan ansiedad y de rituales que se hacen para intentar aliviar esa sensación“, explican desde la institución médica.
Una línea sutil entre lo sano y lo compulsivo
En conclusión, ordenar los billetes puede ser un simple reflejo de una personalidad estructurada. Pero si esta conducta interfiere con el bienestar o se vuelve una necesidad rígida, conviene prestarle atención. Consultar con un profesional de la salud mental puede ayudar a distinguir entre un hábito saludable y una manifestación temprana de un trastorno.