En el primer semestre de 2025, el consumo de los hogares argentinos mostró un crecimiento del 45% respecto al mismo periodo de 2024, según el estudio más reciente de Poliarquía Consultores.
Este avance posiciona a los primeros seis meses como el tercer mejor registro desde 2008, solo por detrás de los segundos semestres de 2011 y 2015, ambos vinculados a ciclos electorales.
El INDEC anunciará el IPC de mayo y los augurios son auspiciosos.
El Indicador de Consumo Familiar (ICF) alcanzó los 126 puntos, el nivel más alto en los últimos diez años. El notable impulso se originó en la recuperación de bienes durables, según explica el estudio: la compra de electrodomésticos creció 78% interanual, mientras que indumentaria y calzado subieron un más moderado 17%.
La expansión del consumo fue particularmente intensa entre los sectores más vulnerables: jubilados, adultos mayores, residentes del interior y hogares de menores ingresos reportaron mejoras más pronunciadas en términos relativos.
A pesar de ello, los niveles de consumo absoluto siguen siendo dominados por los sectores medios y altos, lo que evidencia una brecha estructural persistente.
El incremento del consumo es parte de una recuperación más amplia del entramado económico argentino. Durante el primer trimestre de 2025, el PBI creció 5,8% anual, impulsado por un repunte de la inversión (31,8%) y un incremento del consumo privado del 11,6%.
El ICF, que había caído 13% durante el primer semestre de 2024 hasta situarse en 87 puntos, comenzó su recuperación en la segunda mitad de ese año (8%) y aceleró en los primeros meses de 2025 (45%).
Tras la caída inicial del consumo con la asunción del presidente Javier Milei y sus políticas de shock fiscal, el rebote actual se produce en un marco de “reducción de la inflación, controles cambiarios más relajados y apreciación del peso”, condiciones que favorecen especialmente a los sectores con capacidad de acceso al crédito y divisas.
Sin embargo, hay cautela: según informes recientes, aún hay un 50% de los argentinos que no llega a fin de mes, con desempleo en torno al 7,9%, y una caída del consumo en bienes esenciales como alimentos y medicamentos.
Esto refuerza la idea de una sociedad dual, donde una minoría privilegiada empuja el consumo de mercancías durables y turismo al exterior, mientras que la mayoría enfrenta una realidad cotidiana marcada por restricciones presupuestarias y vulnerabilidad económica.
Esta entrada ha sido publicada el 28 de julio, 2025 17:06
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