En medio de la sangría de reservas del Banco Central de la Republica Argentina (BCRA), por la venta de más de USD 600 millones este viernes, el expresidente Mauricio Macri reaparecerá la próxima semana para apoyar a los candidatos a legisladores nacionales del PRO, con vistas a la campaña para las elecciones legislativas nacionales de octubre.
La vuelta a escena del presidente nacional del PRO se dará la próxima semana en la sede partidaria de la calle Balcarce, pero a puertas cerradas. Se tratará del primer movimiento político del expresidente tras la dura caída en la provincia de Buenos Aires, donde los macristas sellaron una alianza electoral con las fuerzas del cielo.
Según trascendieron desde el entorno de Macri, la reunión estará a cargo del secretario general, Facundo Pérez Carletti que, además, es candidato a senador nacional por Santiago del Estero, en el marco del frente Despierta Santiago. Durante el cónclave también habrá un informe de cada provincia, para conocer el panorama electoral.
“No se va a extender sobre nada que no sea la agenda electoral de cada una de las provincias”, aclararon desde las filas del PRO. Es decir, no será una instancia para dirimir, por ejemplo, las internas políticas que quedaron expuestas en la última sesión de Diputados.
Es que, la escudería amarilla quedo al borde de la ruptura, tras la pelea del jefe de la bancada en Diputados y principal armador del acuerdo con las fuerzas del cielo, Cristián Ritondo, y su correligionaria, Silvia Lospennato, luego de la votación en rechazó a los vetos del presidente Javier Milei a la ley de financiamiento universitario y la emergencia pediátrica.
En concreto, durante la sesión en la Cámara baja, donde la oposición dura le asestó un nuevo revés al oficialismo, al rechazar los vetos del Ejecutivo nacional, la interna en el bloque de diputados de la escudería amarilla quedó a cielo abierto, luego de que Lospennato no se alineará a la oposición hegemónica dentro de la bancada. Blindar la decisión de Javier Milei.
La disidencia de Lospennato generó el repudió generalizado de los cambiemitas pintados de violeta, siendo Ritondo quien mayor despotricó, en el medio de la sesión, contra la diputada de confianza del fundador del partido. “Después de octubre el bloque seguro se va a dividir”, adelantaron, lo que enciende las alarmas de Casa Rosada al perder legisladores aliados claves en medio de un escenario adverso.
En ese contexto, tampoco se prevé una definición sobre el cambio de estrategia libertaria para sumar al partido del ex presidente, por ejemplo, a la campaña porteña. La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, al frente de la boleta de senadores, insistió en los últimos días en abrir un canal de diálogo entre la Casa Rosada y Mauricio Macri y en exteriorizar el acuerdo electoral entre ambas fuerzas.
“Estamos pensando actividades con el Gobierno de la Ciudad y trabajando para que esta coalición tenga mucha visibilidad”, planteó la titular de la cartera de Seguridad esta semana y agregó: “(En las listas) hay muchos candidatos libertarios, pero muchos venimos del PRO, somos parte de esa cultura republicana”.
Sin embargo, un importante funcionario del gobierno de Jorge Macri, desconfió de los guiños de Bullrich. “No nos querían en la campaña, no querían a nuestros candidatos, no querían el amarillo… Los términos del acuerdo estaban claros: los dos candidatos nuestros en lugares marginales a cambio de un poco de paz. Ahora, si quieren renegociar, habrá que sentarse y ver qué ofrecen”, expresaron
Cruje el PRO: los dirigentes que “pegarían el salto” del partido de Macri tras las elecciones de octubre
La crisis identitaria del partido de Mauricio Macri no es nueva, ya desde la interna carnicera que sufrió en las elecciones presidenciales de 2023, el PRO debió decidir si se plegaba a las fuerzas del cielo o si jugaba como un espacio “de centro”.
En ese contexto, más allá de estas votaciones o de la alianza electoral con La Libertad Avanza para los comicios de octubre, para algunos existe un profundo problema ideológico de raíz, que ven con malos ojos los planteos del Ejecutivo.
“Vidal, Lospennato, Nacho Torres, todo ese grupito, quieren un PRO ‘progre’ y del otro lado nosotros queremos un PRO de centro derecha. El PRO lo fundamos tipos de derecha, los otros que se vayan a construir con Larreta”, chicaneó un diputado que pertenece al espacio desde su fundación.
No obstante, desde el entorno de Ritondo también reconocen que por fuera de la división ideológica existe un grupo de “heridos” que quedó excluido de los armados electorales en sus provincias o que compite directamente con los libertarios.
Entre ese universo se encontraría la correntina Sofía Brambilla, que forma parte de la lista del gobernador Gustavo Valdés, o el santafecino José Nuñez. “Son los que se sienten cagados, no sé si van a terminar rompiendo, pero se los puede contener porque no es un problema ideológico”, analizaron desde la escudería amarilla.
Así, las elecciones de octubre marcarán el momento bisagra. “Algunos se van a ir con Provincias Unidas, otros tal vez formemos algo más cercano al oficialismo”, resumieron desde la bancada. En definitiva, el resultado electoral determinará la profundidad de la ruptura.