El nivel de cheques rechazados en la economía argentina se duplicó en el último año, reflejando las tensiones de la cadena de pagos y la debilidad del crédito. La suba de la morosidad de empresas se explica por la caída en las ventas y el alto costo financiero. Con la expectativa de que las tasas de interés sigan bajando, empresarios y analistas advierten que recién entonces podría empezar a verse una recuperación en la situación de las pymes.
Hasta mediados de 2024, los rechazos de cheques se mantenían en niveles históricamente bajos: apenas el 0,5% en cantidad y entre 0,3% y 0,5% en monto. Pero desde agosto del año pasado comenzó un repunte gradual y sostenido que llevó la proporción de rechazos a más del 1,4% en cantidad y 1,2% en monto en el período mayo-julio de 2025. En menos de un año, la tasa de rechazos se duplicó.
El nivel actual, en torno al 1,3%-1,4%, no se registraba de manera sostenida desde la crisis de 2018-2019, cuando la recesión y la inflación golpeaban con fuerza la cadena de pagos, según explicó Jorge Barreto, consultor financiero. “La diferencia es que en 2025 la suba se dio de forma más progresiva, mientras que en aquellos años los saltos habían sido bruscos, ligados a los shocks cambiarios”, recordó el economista.
La única excepción mucho mayor se observó en abril de 2020, en el inicio de la pandemia, cuando los rechazos treparon a un extraordinario 11,9%. El último dato oficial del Banco Central es el de agosto, pero en septiembre podría haber empeorado debido a que siguió el apretón monetario y las altas tasas de interés, hasta que el Banco Central sobre fin de mes impulsó la baja en las tasas.
Motivos
Si bien hay un deterioro en la cadena de pagos, no se trata de un desborde, como en la pandemia. “Esto refleja que la economía entró en una fase de menor liquidez, mayor morosidad y más dificultad para cumplir compromisos comerciales”, agregó Barreto.
A partir del segundo trimestre de este año, la actividad se contrajo, según reflejan los datos del Indec. En julio, con el fin de la liquidación de la cosecha gruesa y la búsqueda de estabilidad antes de las elecciones, el Gobierno cambió la política monetaria, con encajes récord, lo que llevó a una suba en las tasas que llegaron a superar el 90% en adelantos a empresas. “Un menor acceso al crédito bancario encarece o limita el descuento de cheques, empujando a que muchos queden impagos”, detalló el economista.
Si bien ninguna empresa ni consultora se refiere a esta situación como una “crisis”, sí anticipan que son señales negativas que, de no corregirse, podrían implicar un escenario pesimista hacia adelante.
Sobre los más afectados, el CEO de un banco que prefirió no ser mencionado detalló: “Las que más sufren son las pymes medianas, que son las que acceden a financiamiento, y las tasas las mataron, junto con pocas ventas, inflación a la baja y costos en dólares en alza”.
En ese sentido, Martín Kalos, economista de EPyCA Consultores, advirtió que detrás del aumento de cheques rechazados también aparece un componente de expectativas. “Se combina la recesión con la incertidumbre. Muchas empresas no solo venden menos, sino que tampoco tienen claro cuánto van a vender en los próximos meses. Eso lleva a que prioricen liquidez, se posterguen pagos y en algunos casos directamente se incumplan compromisos”, explicó.
Para Kalos, el fenómeno no responde únicamente al encarecimiento del crédito: “Lo que vemos es una economía que todavía no da señales claras de recuperación, y eso se traduce en cautela e incluso en incumplimientos en la cadena de pagos”.
El economista aclaró que “si bien todavía no es preocupante, son los primeros síntomas de que la situación está deteriorándose”. Y añadió: “Siempre que estamos en períodos de tanta incertidumbre cambiaria, en medio de un proceso de amesetamiento de las ventas y la producción que ya lleva casi un semestre, sin perspectiva de mejora, estos son los indicadores que empiezan a mostrar debilidades”.
Para Kalos, la clave pasa por lo que haga el Gobierno en los próximos meses: “La preocupación es cuándo esto comenzará a revertirse, y eso todavía no está en el horizonte. Depende de qué decisiones de política económica tome el Gobierno, en particular de manera urgente en el tema cambiario”.
Fuentes de UIPBA, la cámara que agrupa a industrias de la provincia de Buenos Aires, comentaron que no se puede hablar de cortes en la cadena de pagos, sino de una suba en los cheques rechazados, que volvió a los niveles de 2019. “Hay retrasos puntuales, pagos que se patean y malestar”, describió el empresario.
En la misma línea, Daniel Rosato, presidente de Industriales Pymes Argentinas (IPA), sostuvo que “la cadena de pago no está rota del todo, pero sí hay indicios”. Según explicó, empiezan a aparecer cheques rechazados porque “las empresas, los negocios y los comercios no logran a veces juntar los fondos para cumplir con los pagos, ya que tienen retrasadas las ventas”.
Rosato advirtió que la situación se traduce en “una retracción, un estiramiento en la cadena de pagos, con plazos que se extienden y afectan al resto de la economía en un efecto dominó”.
El dirigente pyme alertó también sobre un fenómeno adicional: “Si la caída de ventas se sigue profundizando, va a empeorar el tema de los cheques rechazados. Hoy estamos viendo un crecimiento del mercado informal, porque allí todo se maneja en efectivo y sirve para financiarse, mientras que en el sector formal no hay financiamiento accesible y el crédito bancario es muy costoso”.
¿Cómo sigue?
A fines de septiembre, el Banco Central bajó su tasa de política monetaria del 35% al 25%. Fue leído por los bancos como una “señal” para que vuelvan a bajar las tasas y que el crédito vuelva a mover la actividad, estancada durante el último semestre. El efecto podrá verse recién en octubre.
“Si bien las tasas ya comenzaron a bajar, el crédito sigue siendo carísimo, todavía no alcanza”, describió Kalos. Desde el anuncio del Banco Central, los créditos personales y prendarios cayeron 15-20% con respecto al mes pasado, según un relevamiento del economista Andrés Salinas. El mayor impacto se vio en los adelantos a empresas, que bajaron de más del 70% a menos del 50%. De todos modos, la inflación proyectada para dentro del próximo año es de menos del 30%, por lo que las tasas siguen 20 puntos por encima de la inflación.
Fuente TN.com.ar