La empresa de electrodomésticos Whirlpool cerró las puertas de su fábrica en la localidad bonaerense de Pilar y despidió a 300 trabajadores. Según informó la compañía, la decisión responde a una caída en las ventas por la crisis económica y por la apertura de importaciones
Tras comunicarle a los trabajadores la sorpresiva decisión, la compañía de electrodomésticos que había inaugurado esa instalación en 2022, comenzó a negociar con la Unión Obrera Metalúrgica el paquete de salida, que incluirá la indemnización correspondiente más un plus.
La medida que impacta en unas 220 familias incluyó tanto al personal de producción como a otros sectores vinculados con la operatoria de la planta. Sin embargo, la emblemática marca mantendrá su oficina comercial sobre la ruta 8 y de distribución en el país, como hace 35 años, en la que seguirán trabajando alrededor de 110 personas.
Ignacio Cabezas, trabajador de Whirpool, contó que él y sus compañeros recibieron la noticia este miércoles, en una reunión con los directivos que se realizó en el comedor de la planta. “Hasta ayer veníamos produciendo normal, y hoy de golpe fue el cierre de la planta. El director nos dijo que bajó el volumen de venta, estamos sobre stockeados”, indicó en diálogo con Agenda Propia. Y agregó: “Se nos comentó que es más barato traer de afuera el producto y venderlo, no quieren fabricar más en la Argentina”.
En una con directivos, los representantes de los operarios le solicitaron a la compañía que una parte de los despedidos sean reasignados a tareas de despacho de los productos en stock. Esto se da en medio de versiones que aseguran que la empresa podría dedicarse a partir de ahora a importar electrodomésticos fabricados en otras plantas del mundo para abastecer el mercado interno, por lo que su planta productiva podría convertirse en un centro de acopio y distribución.
La caída de la planta de Whirlpool en Pilar
Cabe recordar que en julio de 2022 Whirlpool había anunciado una inversión de 50 millones de dólares para la inauguración de esta planta en Pilar. Con 30.000 m2 de superficie cubierta, la fábrica, pasó a ser la más moderna de su tipo en el mundo y empleaba a más de 400 personas de forma directa y a más de 1000 de manera indirecta.
Esa nueva planta productiva tenía la capacidad de producir un lavarropas cada 40 segundos, fabricaba cocinas y lavarropas de carga frontal y superior, y poseía una capacidad instalada de producción de 300 mil unidades al año, de las cuales el 70% estará destinado para la exportación a la región. Sin embargo, la crisis económica de los últimos tiempos sumado a la política de facilitar las importaciones complicó a la compañía.
De hecho, de producir unos 600 lavarropas por día, en la actualidad el número había caído a unos 400, según los operarios. En este sentido, un lavarropas Whirlpool de 7 kilos cuesta alrededor de 900 mil pesos, cuando uno de marca china puede conseguirse a mitad de precio.
Fuente: Dib