La Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) advirtió sobre el brote de coqueluche de alta transmisibilidad que atraviesa en este momento el país, que ha dejado casos de niños fallecidos – cinco en la provincia de Buenos Aires – y subrayó la importancia de completar los esquemas del Calendario Nacional de Vacunación.
La doctora Ángela Gentile explicó que esta enfermedad, causada por la bacteria Bordetella pertussis, se previene con la vacuna quíntuple, por lo que resulta sustancial que las personas la reciban los momentos que corresponde, es decir, esquema básico y refuerzos.
Asimismo, la especialista remarcó que este agente patógeno “es tan peligroso como el virus del sarampión por su índice de replicación”, por lo que una persona “puede contagiar a otras 16 o 18” que no estén adecuadamente protegidas inmunológicamente.
En esa línea, recalcó que ante una situación de enfermedad contagiosa y brote, es necesaria una “alta cobertura de vacunación”.
En tanto, de acuerdo al último Boletín Epidemiológico bonaerense, “se registra un brote de coqueluche que motivó la emisión de una alerta provincial el pasado 21 de octubre”.
De acuerdo a los datos emitidos por el ministerio de Salud bonaerense, durante el 2025, hasta el 22 de noviembre, “se notificaron 1.320 casos sospechosos de coqueluche de los cuales 337 fueron confirmados”, de los cuales, el 44 % de los confirmados se concentran en el grupo de hasta un año de edad. Además, hubo 5 fallecidos.
Fases de la enfermedad
El cuadro clínico típico del coqueluche y la tos convulsa “se observa más comúnmente en pacientes pediátricos sin inmunidad previa”. Se distinguen tres etapas sintomáticas secuenciales de la evolución de la enfermedad:
– la fase catarral, se caracteriza por una sintomatología similar a un resfrío común con rinitis y tos;
– la siguiente etapa es denominada paroxística por los ataques de tos o paroxismos que van aumentando en frecuencia e intensidad, que terminan generalmente en una inspiración profunda que produce el silbido característico llamado estridor inspiratorio. También es frecuente el vómito postusivo.
– En los recién nacidos y lactantes menores de 6 meses son frecuentes la cianosis (coloración azul) y apneas. La fase de convalecencia se caracteriza por la disminución gradual y progresiva de los ataques de tos con desaparición del estridor inspiratorio.
Las complicaciones más importantes en los menores de 6 meses son bronconeumonía, convulsiones, encefalopatía aguda y daño cerebral permanente. Los adultos y adolescentes con inmunidad adquirida por vacunación o por infecciones previas con el patógeno, pueden presentar síntomas leves o la típica tos paroxística prolongada.