La Confederación General del Trabajo (CGT) expresó este miércoles su rechazó al aumento del Gobierno nacional, a cargo de Javier Milei, que fija el salario mínimo, vital y móvil (SMVM) en $328.400.
“Es insuficiente y desconectado de la realidad socioeconómica de las y los trabajadores”, señalaron desde la CGT, tras reclamar que el salario mínimo avance de manera sostenida hacia el valor de la Canasta Básica Total, hoy fijada en $1.176.852.
La decisión de la administración mileísta se dio a conocer este miércoles, luego de que la semana pasada el Consejo de Salario, que integran cámaras empresariales, sindicales y funcionarios del Ejecutivo nacional, no llegara a un acuerdo.
Según señalaron fuentes presentes en la cumbre, las centrales sindicales reclamaron incrementos que acompañen la inflación con el objetivo de que los trabajadores recuperen parte del poder adquisitivo perdido durante estos últimos años, mientras que las cámaras empresariales ofertaron una suba mínima muy por debajo de la inflación acumulada.
En concreto, la central obrera abrió la discusión con la propuesta de llevar el salario mínimo a $512.000 en noviembre, con aumentos progresivos que alcanzarían $553.000 en abril de 2026, mientras la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) – Autónoma exigió llevarlo a $644.000.
Además, desde el gremio que conduce Hugo “Cachorro” Godoy propusieron que, con la nueva actualización, el salario mínimo se ubique en $736.000. De esta forma, los trabajadores gozarían de una recomposición por encima de la inflación acumulada.
Sin embargo, desde las entidades empresariales presentaron una oferta insólitamente más baja: para noviembre ofrecieron que el salario mínimo llegue a $326.000, y que aumente progresivamente hasta $349.000 en abril.
Así, para las cámaras empresariales el aumento del salario mínimo debería ser de apenas $27.000 en seis meses, muy por debajo de cualquier previsión inflacionaria y claramente lejos del valor de la Canasta Básica Alimentaria, que marca el umbral de indigencia.
Tras un cuarto intermedio y ante la falta de movimiento de las posiciones, la Secretaría de Trabajo dio por cerrada la negociación y anunció que el Ejecutivo fijaría el nuevo piso salarial por decreto, como ya ocurrió en todas las discusiones realizadas durante los casi dos años de gestión de Milei.
Conocida la decisión de la administración nacional, la CGT afirmó que “el laudo aumento desconoce las necesidades básicas de millones de trabajadoras y trabajadores y consolida una pérdida salarial incompatible con una vida digna“.
“Esta central obrera luchará para que el salario mínimo recupere definitivamente su valor, vuelva a constituirse en una referencia válida para todas las escalas salariales del país y permita reconstruir el poder de compra perdido desde noviembre de 2023”, concluyeron desde la CGT, aunque sin anunciar medidas de fuerza.
Esta entrada ha sido publicada el 4 de diciembre, 2025 17:52
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