En Viedma

Se rindió homenaje a Rubén Zalazar, el héroe que dio su vida por salvar a las hermanitas Hecker en Bahía Blanca

na ovación contenida, lágrimas sinceras y un silencio que decía más que las palabras. Este jueves, el Concejo Deliberante de Viedma fue escenario de un homenaje que conmovió a toda la comunidad: se otorgó un Diploma de Honor post mortem a Rubén Zalazar, el vecino viedmense que perdió la vida intentando rescatar a dos niñas durante el temporal que azotó Bahía Blanca.

El recinto estaba colmado. Entre los presentes, la esposa de Rubén, su pequeña hija, amigos, compañeros de trabajo y familiares. También Marina, la madre de Delfina y Pilar Hecker, las dos niñas que fallecieron en la tragedia. No fue un acto más: fue un encuentro cargado de emoción, donde se recordó a un hombre común que hizo algo extraordinario.

La concejala Natalia Macri, impulsora del proyecto junto a otros ediles, abrió la sesión con un mensaje que emocionó a todos:

“Una historia se alza con fuerza y nos recuerda lo más valioso que tenemos como sociedad: la solidaridad. Rubén Zalazar perdió la vida intentando ayudar a una familia afectada por el temporal.

Su gesto fue simple pero inmenso: tender una mano en el momento que más se necesitaba.

Rubén no fue un héroe de película. Fue algo más profundo: un hombre común que eligió no mirar para otro lado, que se jugó por otros sin pensar en el riesgo, movido solo por el impulso de hacer lo correcto.

Su acto fue un reflejo de esa nobleza silenciosa que a veces pasa desapercibida, pero que en los momentos más duros ilumina con una claridad conmovedora.
Hoy elegimos reconocerlo en este Concejo Deliberante, entregando a su familia la distinción al mérito como símbolo de respeto, gratitud y memoria.

Porque Rubén nos enseñó que la solidaridad no tiene horarios ni límites, que en los momentos más oscuros hay personas que, como él, eligen ser luz para los demás.

Esta distinción no alcanza para cubrir el dolor de su pérdida, pero es un compromiso de no olvidar su nombre ni su gesto. De seguir construyendo una comunidad que valore a quienes se entregan por nosotros aun en las circunstancias más difíciles.

Gracias, Rubén. Tu ejemplo vive”.

Durante la sesión, el presidente del cuerpo, Pedro Bichara, sumó una reflexión que surgió de una conversación con un docente de la ciudad:

“Esto nos moviliza a todos como papás, pero hablé con un profe, Nicolás Trotta, que me dijo algo que me marcó: ‘Esto no solo moviliza como padre, sino como ciudadano’.

Tuvimos charlas con los pibes en la escuela y les recalcamos eso. En estos tiempos de individualismo, donde se quiere hacer creer que hay que salvarse uno primero, Rubén demostró lo contrario.Está bueno que la familia haya accedido a este reconocimiento, para que no quede solo en una trágica noticia, sino como un ejemplo visible”.

El momento más conmovedor llegó cuando Valeria, la esposa de Rubén, intentó hablar ante el público. Emocionada, no pudo continuar, y fue entonces que Natalia Macri tomó la palabra para leer el mensaje que ella había escrito:

“Rubén era una persona común y corriente. Inteligente, valiente y arriesgado.

Hizo lo que quizás muchas personas hubiesen hecho: ayudar y solidarizarse con una mamá y sus dos hijitas en una situación límite.

Que su temprana partida no haya sido en vano ni pase desapercibida es algo que sus hijos y toda la familia siempre agradecerá.

Ese fue el motivo que me movilizó a estar acá, recibiendo este Diploma de Honor y hablando públicamente al respecto: para que, principalmente, sus hijos puedan estar orgullosos del padre que tuvieron, a pesar del poco tiempo compartido”.

Al finalizar la entrega del diploma, se declaró un cuarto intermedio. Fue entonces cuando Valeria y Marina, que se veían por primera vez en persona, se fundieron en un abrazo conmovedor. No hicieron falta palabras: ese gesto lo dijo todo. Ambas, unidas por el dolor y por la memoria, compartieron ese momento en silencio, mientras todo el recinto las observaba con respeto.

También estuvo presente el intendente de Viedma, Marcos Castro, quien se acercó a saludar a ambas mujeres y a los compañeros de trabajo de Rubén, que también estuvieron presentes y se tomaron una fotografía colectiva con el diploma que lleva su nombre.

Una vez terminada la ceremonia, Valeria y Marina salieron juntas del recinto. La prensa las esperaba, pero ambas pidieron no hacer declaraciones. Se las vio caminar unos metros, en silencio, una al lado de la otra.

Se detuvieron frente a la plaza, donde se quedaron conversando por un largo rato, lejos de los micrófonos, acompañándose en el dolor y el recuerdo. Fue una escena íntima, sincera, que cerró el homenaje de la forma más humana posible: con dos mujeres atravesadas por una misma tragedia y un mismo amor agradecido hacia un hombre que ya es luz para todos.

¿Quién era Rubén Zalazar?

Rubén Zalazar tenía 43 años, vivía en Viedma, Río Negro, y era padre de dos hijos: Máximo y Lupe. Se dedicaba al transporte de mercadería y trabajaba como chofer en el Correo Andreani. El pasado febrero había viajado a Bahía Blanca para hacer la verificación técnica de su vehículo, una Ford Transit roja.

Allí, en medio del violento temporal que arrasó la ciudad, subió a su camioneta a Marina Hecker y a sus hijas, Pilar (1 año) y Delfina (5 años), intentando ponerlas a salvo. El agua los arrastró a todos.
Rubén fue hallado sin vida días después, tras una intensa búsqueda, y su muerte conmovió no solo a la Comarca, sino a todo el país.

Viedma rindió homenaje a Rubén Zalazar, el héroe que dio su vida por salvar a las hermanitas muertas en Bahía Blanca

Fuente NoticiaNet y CanalSiete

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