La crisis que atraviesa el Instituto de Obra Social de las Fuerzas Armadas (IOSFA) ya no es un conflicto administrativo ni un problema de gestión: es una emergencia sanitaria. Lo que hasta hace poco era una obra social estratégica, que daba cobertura a militares, gendarmes y prefectos, hoy se convirtió en un sistema acéfalo, desbordado y al borde del colapso. Más de 600.000 afiliados, desde Jujuy hasta Ushuaia, se encuentran sin respuestas, sin medicamentos, sin atención médica básica y, en muchos casos, directamente abandonados.
Pablo Mendoza, representante de ATE en Punta Alta, fue claro y crudo: “Hoy prácticamente no hay insumos en farmacias ni prestaciones en ningún punto del país. Se cortó la atención a pacientes oncológicos en el Hospital Militar Central. Una criatura, un abuelo, una trabajadora con cáncer hoy no puede acceder a su medicación. Estamos frente a una situación de salud acéfala”.
La renuncia del titular de IOSFA fue la señal de que todo está peor de lo que parece. Las farmacias propias están vacías. Los proveedores acumulan deudas impagas por más de 160.000 millones de pesos y se caen en promedio 90 prestaciones por día. El sistema no se está resquebrajando: ya se rompió.
El derrumbe local
En Bahía Blanca y Punta Alta, la situación no es distinta. “La región va camino a un colapso sanitario. Hablamos de unas 50.000 familias afectadas. Ya hay madres con hijos con discapacidad que hace tres meses no reciben prestaciones”, denunció Mendoza. El corte en la cadena de pagos hizo que numerosos profesionales dejaran de atender por IOSFA. El bono no vale. Las internaciones están suspendidas en muchos sanatorios. El Italiano de Bahía aún sostiene la atención, pero el panorama en el Español o el HAM es incierto. Si alguien necesita operarse de urgencia y no puede pagar, queda a la deriva.
En Punta Alta, la delegación local está desbordada. “Hubo una pueblada en Prefectura Zárate porque las familias quedaron sin cobertura. Lo mismo pasa con gendarmes en Esquel o la tripulación de la Fragata Libertad. Sus familias hoy no tienen acceso a salud”, enfatizó el dirigente.
IOSFA no solo era una obra social. Era el nexo sanitario de quienes custodian las fronteras, los mares y el territorio nacional. Hoy, ese nexo se cortó. Los hospitales públicos empiezan a absorber una demanda creciente e insostenible. Mendoza advierte que incluso puede haber cierres de farmacias y delegaciones. “Cuando el sistema de salud se rompe, reconstruirlo es casi imposible. El costo humano y económico es altísimo”.
La solución no puede esperar
Desde ATE, reclaman una respuesta urgente del gobierno nacional. Una mesa de diálogo que incluya a autoridades, proveedores y trabajadores. “Hace más de un año venimos advirtiendo el deterioro de IOSFA. Nadie puede pagar esa deuda hoy. Si no se actúa rápido, el sistema sanitario vinculado a las Fuerzas Armadas y de Seguridad va a colapsar”.
