Otras Destacadas

Sudestada en Monte Hermoso: destrucción y un frente costero en jaque

Compartir

Las imágenes de tramos enteros de la rambla de madera arrasados por el mar no solo ilustran el paso de una sudestada feroz en Monte Hermoso, sino que activan una preocupación mayor: la vulnerabilidad estructural de la costa y la tensión entre lo construido y lo permitido. “Estamos medio acostumbrados a que esto pase, ¿no?”, admite Hernán Arranz, intendente de la ciudad. Pero esta vez, el temporal dejó marcas más hondas.

Según explicó el jefe comunal, la combinación de vientos intensos y pleamares extraordinarias generó un fenómeno tan poderoso como destructivo. “Se dieron condiciones climáticas que hicieron que la marea suba más de lo normal, con una violencia importante”, detalló. El impacto se sintió con fuerza tanto en el frente marítimo de la ciudad como en el sector de Villa Faro Recalada, donde casas de veraneo quedaron al borde del colapso.

Allí, entre cabañas con escaleras socavadas y estructuras tambaleantes, se vislumbra un problema de fondo: “Es un lugar que no está en la legalidad de las construcciones de Monte Hermoso”, señaló Arranz. De las 25 casas, solo dos tienen residentes permanentes. El resto son segundas viviendas ubicadas en una zona crítica, no habilitada formalmente para ese tipo de uso. El riesgo es doble: para la seguridad de las personas y para la viabilidad futura de esas edificaciones.

Desde el municipio ya iniciaron el relevamiento de daños. Se están vallando sectores peligrosos, calculando presupuestos y, sobre todo, planificando reuniones con los propietarios para definir cómo se avanzará en las reparaciones. Algunas estructuras deberán ser demolidas. “Vamos a tener que charlar cómo se van a hacer los arreglos y la reconstrucción, porque están en un lugar complejo. Hay que pensar en obras que no sean riesgosas para el futuro”, advirtió el intendente.

La emergencia también obliga a tomar decisiones difíciles: permitir el ingreso de maquinaria pesada a sectores donde no está autorizado, intervenir sobre propiedad privada en situación irregular y, al mismo tiempo, resguardar el espacio público costero que da identidad a Monte Hermoso. “Tenemos una rambla de madera que venimos arreglando todo el tiempo. Pero esta vez, la segunda marejada, que fue cerca de la medianoche, directamente removió tramos enteros”, relató Arranz.

Los puntos más afectados, como las bocacalles que conectan con la playa, están hoy cerrados y señalizados. La prioridad es evaluar cuánto costará recomponer lo destruido. Pero también se abre una discusión inevitable: ¿hasta cuándo seguir reconstruyendo sobre el borde? ¿Cuánto margen queda para convivir con un mar cada vez más impredecible?

Esta entrada ha sido publicada el 24 de junio, 2025 14:11

Deja un Comentario