Mientras el mapa turístico del país marcaba rojo por baja actividad, la comarca de Sierra de la Ventana logró un invierno distinto. Contra todos los pronósticos, las sierras vivieron una temporada “muy auspiciosa”, en palabras de Carlos Lamas, secretario de Turismo de Tornquist. Con el envión de la nieve caída en semanas previas y un clima otoñal ideal, el destino serrano logró captar la atención de miles, incluso en medio de una coyuntura económica adversa.
“La verdad que es un comienzo muy auspicioso. Sí, se venía palpitando pese a la coyuntura. El panorama de baja de consumo y pérdida de turistas fue significativa este año, pero la gente respondió muy positivamente”, dijo Lamas.
Nieve, sol y aire puro
Dos nevadas consecutivas, fenómeno poco frecuente, pusieron a la comarca en boca de todos. A eso se le sumaron jornadas soleadas, con poco viento, ideales para caminatas, paseos y turismo activo. “Fueron días perfectos para actividades al aire libre y, cuando cae el sol, se suman las opciones de gastronomía, ferias artesanales, agenda cultural y paseos por museos y centros comerciales”, explicó el funcionario.
Aún sin los números cerrados, desde Turismo adelantaron que los niveles de ocupación superaron el 55% registrado a mitad de semana pasada, y que podrían haber alcanzado picos mucho mayores entre viernes y domingo. “Antes la gente reservaba con antelación, hoy espera hasta último momento. Pero las oficinas trabajaron fuerte, reubicando, evacuando consultas… y vimos que muchos de los lugares que aún no figuraban como ocupados ya estaban reservados”, detalló.
El bahiense sigue siendo el principal turista
Bahía Blanca sigue siendo el gran pulmón turístico para la comarca. Y este invierno tuvo un condimento particular, el desastre climático que afectó a la ciudad a principio de año. Para Lamas, la tragedia bahiense también funcionó como motor para que muchas personas buscaran un respiro en el entorno serrano.
“El bahiense es local acá. Forma parte de nuestros fines de semana. Comparte cultura, lenguaje… muchos tienen casa acá. Y después del desastre, se notó, al principio se sintió la parálisis, pero después creo que venir a las sierras les dio un poco de aire”, reflexionó el secretario, con un tono empático que atraviesa lo institucional.
Producción local y futuro
Además de la propuesta natural, la comarca potenció su oferta cultural, con fuerte protagonismo de las bibliotecas populares y museos y productiva,olivares, bodegas, queserías y chacinados artesanales. Todo esto forma parte de una estrategia de profesionalización que, asegura Lamas, empieza a dar frutos.
“Se hacen inversiones, los prestadores se capacitan, buscan calidad. Y por suerte, el premio llega con el turista”, remarcó. Aunque el cierre de la temporada aún está en proceso, el balance inicial en Sierra de la Ventana, Villa Ventana, Saldungaray y otras localidades es claramente positivo.
