Hernán Rogero, el acusado de asesinar a Aída Caballín y arrojar su cuerpo en un descampado de Los Chañares, ingresó a tribunales sin formular declaraciones.

El juicio, que comenzó hoy, se extenderá hasta mañana. A Rogero se lo acusa de homicidio calificado por ser perpetrado por un hombre a una mujer mediando violencia de género.

Caballín fue encontrada sin vida en Ayachucho al 7500. Según la investigación que realizó el fiscal Jorge Viego, Rogero asesinó a la mujer estrangulándola con una soga.

“Todo eso sucedido en un contexto de violencia de género basado en una relación de desigualdad de poder entre un hombre y una mujer”, sostiene el fiscal Jorge Viego en la investigación.

 La investigación

Uno de los datos claves de la investigación fue el análisis de las huellas encontradas cerca del cuerpo de Caballín. También se confirmó que la víctima era trabajadora sexual y que solía estar en inmediaciones de Blandengues y Almafuerte. De esa manera se realizó en rastreo mediante las cámaras de seguridad del lugar desde donde se obtuvo filmaciones en las que se observa un vehículo utilitario que coincidiría con las huellas recogidas en el lugar donde se encontró el cuerpo.

Además se destacó el aporte de filmaciones de otras cámara de seguridad perteneciente a los vecinos de las inmediaciones, gracias a las cuales se pudo completar el cuadro hasta llegar a Rogero.

Mas tarde se realizaron tareas para logar la identificación del vehículo perteneciente a la empresa Ronan Transportes, el personal policial se entrevista con el dueño de la firma que aportó los registros del GPS y los datos del chofer.

En los registros del GPS, se detecta que el vehículo al mando de Rogero estuvo en inmediaciones de Blandengues y Almafuerte la noche del 16 de julio donde la mujer habría subido, se retiran por calle Sixto Laspiur, se corta la señal del GPS y más tarde retoma el registro de localización cuando el vehículo ya se encontraba estacionado en la casa del imputado, sobre la calle Alemanes del Volga.