Juicio oral a una banda dedicada a robar ganado, faenarlo y venderlo en carnicerías

Comenzó esta mañana en el Tribunal Criminal 2, bajo la conducción técnica del Dr Eugenio Casas, el juicio oral contra una supuesta banda acusada de formar parte de una organización dedicada a la sustracción de vacunos en nuestra región y el centro de la provincia de Buenos Aires.

El Fiscal Rodolfo de Lucía intenta demostrar que los acusados recaudaban unos 50 mil pesos por semana por la venta de la carne. Todo comenzó en julio del 2019, tras una serie de nueve allanamientos simultáneos realizados en Bahía Blanca y Villa General Arias, alli fueron detenidos el bahiense Horacio Ariel Menéndez y el pigüense Nelson Horacio Cabral. Un tercer acusado, Eduardo Damián López, también oriundo de Pigüé fue sindicado como el presunto líder de la organización, y se encontraba privado de la libertad desde mayo, cuando fue interceptado durante un operativo.

   Durante la instrucción de la causa, todos ellos se negaron a declarar ante el agente Fiscal, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio Nº 20.

 Parte de la causa señala que los acusados actuaban mediante distintas modalidades: sustracciones en cascos de campos en ausencia de sus dueños, matanza y robo de vacunos en lotes, así como planificaban asaltar camiones jaula en tránsito para apoderarse de la hacienda. El análisis de las escuchas telefónicas llevadas adelante por la policía durante tres meses, permitió conocer cómo era la operatoria de los individuos.
   

Se intenta demostrar que a veces despostaban los animales en los campos, y como sello distintivo les cortaban las orejas y las escondían entre los árboles. También solían cortar las patas de los vacunos en las primeras falanges y las dejaban juntas en un lugar.

   Sobre el destino de la carne, los investigadores determinaron que era vendida a dos carniceros de nuestra ciudad y a un particular de Punta Alta.

Según los investigadores, el presunto líder del grupo habría comenzado a actuar en campos de Pigüé, aunque posteriormente se trasladó a las zonas rurales de Azul, Olavarría y Tandil.
   También estaría involucrado junto con otro individuo por sustracciones de animales en establecimientos de Bajo Hondo, Coronel Dorrego y Tres Arroyos.
   Para consumar los robos se movilizaban en una camioneta y un auto que fueron secuestrados por la policía.