La autopsia realizada a los cuerpos de la familia asesinada en Villa Crespo sumó detalles escalofriantes a la dramática historia. Ian e Ivo, los hijos de Adrián Seltzer y Laura Leguizamón – la presunta autora de los crímenes – fueron brutalmente apuñalados más de 10 veces cada uno y trataron de defenderse de su mamá.
Si bien al principio las sospechas apuntaron a Seltzer, el informe de los forenses dio un giro contundente al caso y colocó a Leguizamón, en base a los rastros de sangre y el estado de los cuerpos, como la responsable de los homicidios antes de quitarse la vida.
Un relato de horror
Los cuerpos fueron encontrados este miércoles en el departamento del sexto piso de la calle Aguirre 295. Según el fiscal César Troncoso, a cargo de la causa, Adrián Seltzer fue el primero en ser atacado mientras dormía en la cama matrimonial. Recibió tres puñaladas y no tuvo oportunidad de defenderse.
La escena más desgarradora se encontró en la habitación de los hermanos, de 15 y 12 años. Según indicaron fuentes cercanas a la causa, uno de ellos “sale corriendo herido y lo termina rematando en el comedor”, mientras que el otro hijo “quiere correr a la pieza y lo mata en el pasillo”.
Los dos adolescentes fueron atacados por la espalda. Tenían por lo menos entre 10 o 12 cuchilladas cada uno y ambos presentaban heridas defensivas.
Heridas en el pecho, una uña clavada en el cuello y cabellos en las manos
Tras cometer los crímenes, Leguizamón “vuelve a la habitación principal, se acuesta junto al marido, se da los cuchillazos en el pecho, se arrastra y muere en el baño”.
El cuerpo de la mujer fue encontrado sobre el bidet y la autopsia reveló después que tenía una gran herida en el pecho y cortes autoinfligidos en las muñecas.
También se encontraron una uña clavada en su cuello y cabellos en sus manos, lo que refuerza la hipótesis de que se autoagredió antes de morir desangrada.
Una carta y medicamentos
En la cocina, la policía descubrió una carta escrita a mano con frases ilegibles, pero que contenía un mensaje perturbador: “Todo mal fue mucho. Los amo”. Además, se encontraron cajas vacías de medicamentos psiquiátricos, lo que sugiere que Leguizamón podría haber dejado de tomarlos.
Una hermana de la mujer confirmó que tenía problemas psiquiátricos, y la empleada doméstica que encontró los cuerpos mencionó que Leguizamón había estado actuando de manera extraña en las últimas semanas.
La Justicia investiga si Leguizamón atravesaba un brote psicótico al momento de la masacre.
