Una madrugada caótica se en Coronel Pringles, donde un grupo de jóvenes —incluyendo dos menores— provocó serios disturbios, atacó a la policía, rompió un patrullero y causó daños en una escuela. El hecho ocurrió cerca de las 5:30 en la intersección de las calles 18 y 58, cuando un llamado alertó a la policía sobre una pelea vecinal.
Al llegar al lugar, los efectivos fueron recibidos con piedras y violencia. Un móvil terminó con el parabrisas roto. Uno de los agresores, Marcelo Andrade, de 25 años, apareció montado a caballo y con un arma larga, intentando impedir el accionar policial. Fue perseguido hasta su domicilio, donde se resistió con un caño metálico y amenazas. Finalmente fue reducido, y se le secuestró un rifle de aire comprimido y el elemento con el que intentó agredir.
En medio del operativo, un menor comenzó a arrojar piedras a los uniformados, por lo que también fue aprehendido. La violencia fue tal que la policía debió efectuar disparos disuasivos con munición de estruendo para dispersar al grupo.
Minutos después, gracias al monitoreo por cámaras y un rápido despliegue, Bautista Armario Leoz (18) y otro menor fueron encontrados frente a la Escuela N.º 501, donde habían roto vidrios del edificio. También fueron aprehendidos.
La causa fue caratulada como daños reiterados, atentado y resistencia a la autoridad, con intervención de la UFIJ N.º 15 y el Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil de Bahía Blanca. Los mayores quedaron alojados en la comisaría local y los menores fueron entregados a sus responsables legales.
El hecho se da en un contexto de creciente preocupación por la inseguridad en la ciudad. El intendente Lisandro Matzkin había advertido en la víspera sobre “una ola de hechos menores” que se venían registrando en distintos barrios. Desde la fuerza indicaron que tanto los adultos como los menores involucrados en este hecho ya habían sido aprehendidos en los últimos meses por delitos contra la propiedad.