
La comunidad de Pehuen Co atraviesa días de conmoción luego del incendio que destruyó por completo la capilla de la localidad el fin de semana. Mientras la investigación judicial avanza y se confirma que el hecho fue intencional —involucrando a un adolescente de 15 años—, vecinos y autoridades locales se unieron para comenzar la limpieza del lugar y planificar su reconstrucción.
El delegado municipal, Sergio Pereyra, contó que desde el lunes “los vecinos trabajan hombro a hombro para retirar los restos del techo y la estructura quemada”. “Hay comerciantes que pusieron bateas, otros que aportaron maquinaria, y todos colaboran como pueden. Entre todos vamos a construir de nuevo la capilla”, afirmó.
El incendio provocó pérdidas totales en el interior del templo, construido con esfuerzo comunitario hace más de dos décadas. “Se quemó todo: el techo, las vigas, los bancos, el cielo raso. Las columnas de hormigón permanecen en pie, pero habrá que esperar el informe técnico para saber si pueden reutilizarse”, explicó Pereyra.
Por el momento, las tareas se concentran en remover escombros y limpiar el terreno, a la espera de que ingenieros y arquitectos evalúen la viabilidad estructural del edificio. “Las columnas parecen estar en buen estado, pero serán los profesionales los que determinen qué se puede aprovechar y qué no”, indicó el delegado.
La parte de piedra del altar, considerada de valor histórico por haber sido construida con rocas provenientes de un naufragio en las costas de la villa, también será analizada para definir si puede conservarse en la futura obra.
Pereyra confirmó además que el municipio brinda asistencia social a la familia del adolescente involucrado, quien permanece internado tras confesar el hecho ante sus abuelos. “El área de Acción Social está acompañando a la familia. Es una situación muy difícil para todos, porque Pehuen Co es una comunidad pequeña donde todos se conocen”, señaló.
La capilla Sagrada Familia era uno de los espacios más emblemáticos de la localidad costera, no solo como lugar de culto, sino también como centro de encuentro comunitario. El incendio generó una profunda tristeza, pero también un fuerte espíritu de unión entre los habitantes.
“Ahora estamos concentrados en limpiar, en organizarnos y en planificar la reconstrucción. De esta vamos a salir todos juntos”, concluyó Pereyra.
Esta entrada ha sido publicada el 4 de noviembre, 2025 19:07
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